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Nayeon POV.

Salí del baño sin emoción alguna, y la vi ahora apoyando una de las manos en el cristal, de nuevo de espaldas a mí.

Su postura parecía tensa, y por la carga tan grande de energía que emanaba de ella, yo podría incluso decir que estaba odiando aquella situación tanto como yo.

Pero nadie podría estar peor que yo en ese momento. Ni dentro de aquella habitación, ni fuera de él.

Me mantuve de pie, mirando sin vida su espalda, mientras esperaba que ella me dijera que quería de mí. Si antes el hecho de ser ignorada no me incomodaba, ahora quería atención. Sólo quería hacer lo que tenía que hacer pronto e irme de allí lo más rápido posible.

-Siéntate.

Me sorprendí por su voz ronca, rasgando el silencio del cuarto bruscamente, pero me recuperé del susto rápidamente y me senté en el borde de la cama alta.

-¿Por qué te fuiste de The Hills?

-Porque ya no podía seguir allí. -Respondí inmediatamente, sorprendiéndome con la calma y la falta de vida en mi voz.

-¿Por qué no?

-¿Por qué estás tan curiosa?

-Quiero saber que tan grave sucedió para hacerte salir de allí y preferir hacer citas con cualquiera en cualquier cita.

-Preferir? ¿Crees que lo prefiero? ¿Crees que estaría de esta manera si tuviera opción?

Debería estarle gritando, por sus conjeturas absurdas y estúpidas, y porque ella no sabía nada. Y porque ella no tenía el derecho de querer saber sobre mi vida. No después de abandonarme.

Sin embargo, mi voz continuaba tranquila y débil, como si estuviera teniendo una conversación agradable sobre aquella banda que me gusta, Twice.

-Entonces, ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué estabas en aquella esquina inmunda, de esa manera? ¿Por qué te prestas a ese papel?

-Porque soy una puta.

Por segunda vez aquella noche, vi mis palabras golpearla en su totalidad, y por segunda vez el shock se apoderó de su expresión. Pero esta vez, además del shock, había también un inconfundible rastro de culpa en sus ojos, y yo sabía el motivo. Mi objetivo no era lastimarla, pero fue imposible no recordar que esas mismas palabras fueron las últimas cosas que oí de ella antes de que me abandonara.

Es bueno saber que yo también conseguía despertar alguna reacción de ella. Así no me sentía en desventaja por el hecho de que casi todo lo que ella decía me golpeaba con una fuerza insoportable, haciendo que apenas pudiera mantenerme de pie a cada golpe. Es bueno saber que ella no estaba tan bien, tan indiferente y tan controlada como parecía.

-No eras así...

Su postura estaba cambiando poco a poco. Ahora, ella no parecía tan segura, sino alguien que quiere convencerse a sí misma, que todo está bajo control. Sus ojos eran menos fríos y por el modo de no saber dónde poner las manos, podría decir que estaba nerviosa.

-Cambié.

-Estoy viendo.

-No te atrevas a juzgar. -Hablé, aún muy tranquila, y sentí una lágrima bajar por mi cara antes de que pudiera evitarla. Desvió la mirada mecánicamente, mirando hacia el suelo.

-No estoy juzgando... Sólo no quiero verte de esa manera...

-No me vengas con esa payasada. -Mi calma estaba empezando a asustarme a mí misma. - No te importo, o las cosas que hago. ¡No sabes nada!

My sweet prostitute/2yeon (G!P) (Adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora