Capitulo 10

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Sam estaba desesperada caminando de un lado a otro mientras seguía llorando, sus ojos debían estar hinchados y ardían hasta el punto de causarle dolor.

Belove debía llevar al menos 30 minutos encerrada en la habitación y ella aun no podía conseguir las llaves para poder quitar el seguro, puso todos sus cajones y gavetas de cabeza pero no tuvo éxito, desesperada llamo a Jim quien dijo que se encargaría de conseguirle un cerrajero lo mas pronto posible y que ya iba de salida hacia su departamento. Aun podía escuchar los pequeños sonidos que Belove hacia al sorber por su nariz.

Con rabia e impotencia golpeo la pared con su puño, gimiendo de dolor al instante y sintiendo sus nudillos arder, otra vez camino hacia la puerta de la habitación y recostó su mejilla derecha sobre esta

-Por favor Belove- le suplico la pelinegra derramada en llanto- ábreme

Sam estaba asustada, tenía miedo de todo lo que fuera a suceder desde ahora, tenía miedo de que Belove jamás la perdonara, tenía miedo de perderla pero sobre todo tenía miedo de que no la aceptara como su madre.

Pasaron cinco minutos cuando escucho la puerta principal del departamento abrirse, las pisadas de unos pesados zapatos inundaron toda la estancia.

-Por favor por aquí- escucho la voz de Jim decir-sígame

Por el pasillo apareció Jim y un hombre vestido con un overol azul, barriga prominente y escaso cabello

-Sam- gritó Jim apenas la vio y corrió hacia ella para abrazarla, al instante la pelinegra se abrazo a ella sollozando- tranquila, ya vamos a abrir la puerta

El hombre vio la escena mirándolas extrañado, luego simplemente apuntó la puerta que el creía que era la que debía abrir y recibió un asentimiento de cabeza de ambas chicas, el hombre dejo su caja de herramientas en el piso y se arrodilló frente a la puerta para comenzar a examinar la cerradura, solo le tomo 10 segundos saber que herramienta utilizaría y después de tomarla de su caja simplemente le tomo menos de 15 segundos abrir la puerta, Sam se sorprendió ante lo rápido que fue aquello y corrió dentro de la habitación en busca de Belove.

La pequeña estaba escondida debajo de la cama arropada con el edredón de la cama mientras sollozaba, la pelinegra se recostó sobre el piso alfombrado para quedar frente a frente con su hija quien cerró los ojos apenas la vio.

-Belove mi amor por favor sal de ahí- le pidió estirando la mano para agarrarla pero la ojimiel fue más rápida y se corrió a un costado antes de que se diera cuenta

Jim veía todo desde la puerta sintiéndose mal por su amiga y Belove, sabia que ambas la estaban pasando mal y no podía hacer nada para ayudar.

-¿Puedes salir por favor?- preguntó una vez mas sin recibir respuesta

-Belove ven aquí- llamo Jim para ver si le hacia caso y funciono, la pequeña salió por el lado opuesto en el que estaba Sam y corrió hacia los brazos de Jim quien no dudo en agarrarla, la pequeña la abrazo con fuerza y hundió su rostro en su cuello, la mujer comenzó a acariciar su espalda lentamente mientras la mecía suavemente- ¿Quieres hablar con Sam?- la pequeña negó y Jim le dio una mueca triste a Sam quien se sentó en el borde de la cama sintiéndose derrotada.

-¿Quieres que me vaya?- preguntó la pelinegra a la pequeña y para su sorpresa esta al fin le respondió

-Si- Sam cerró sus ojos y escondió su cara entre sus manos, esto le recordó su primera pelea con Mon hace muchos años atrás

*Diez años atrás*

Sam caminaba de un lugar a otro en aquel oscuro callejón, ya casi era la hora de salida de Mon y ella quería darle una sorpresa, aguardo pacientemente durante veinte minutos cuando la puerta se abrió y poco a poco los trabajadores comenzaron a salir pero para su sorpresa no había rastros de Mon.
Ella estaba mas que segura de que aquel día su novia trabajaba, ya llevaban tres meses de relación y sabia lo suficiente como para confundirse en aquel simple detalle. Decidió esperar un poco mas y después de otros veinte minutos por fin la puerta se abrió, decidió esconderse para sorprender su novia pero ella ser sorprendió al ver la figura de Mon y un chico salir del lugar, aquel chico tomo la puerta por Mon y espero a que saliera para soltarla, acto seguido entre risas le quito su maleta donde debía llevar su uniforme y se la colgó en uno de sus brazos, la castaña lo empujo de costado divertida y el río tomando a Mon por la cintura y elevándola del piso ligeramente para luego soltarla haciendo a ambos reír a carcajadas, Sam no aguanto mas y salió donde estaba, sus pasos llamaron la atención de ambos que se voltearon, al instante una enorme sonrisa se plantó en la cara de la castaña que rápidamente se despidió del chico con un beso en la mejilla, tomo su bolso y corrió hasta donde estaba la pelinegra.

I WON'T GIVE UP - MONSAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora