Capitulo 32

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Mon se miró al espejo una vez más dudando si lo que llevaba puesto estaba bien o por lo contrario debía cambiarse por quinta vez en la mañana pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la pequeña risa de su hija quien se escondía detrás del marco de la puerta.

-Belove- la llamo y la pequeña cubrió su boca con ambas manos riendo aún más y entrando a la habitación- ¿Podría saber de qué te ríes?

-Es que es gracioso- admitió la pequeña- estás nerviosa porque tienes una cita con mamá Sam

-Yo no tengo una cita con Sam- dijo mirándose al espejo una vez más- solo vamos a ir a un evento de tu abuela al que ella me invitó y Sam simplemente nos va a recoger en su auto

-Nosotras también tenemos un auto mamá- dijo la pequeña girando los ojos- ¿Por qué te molesta tanto salir con mamá Sam?- preguntó con algo de enojo haciendo que Mon se girará hacia ella y suspirara mientras se agachaba para llegar a su altura

-Mi amor eres muy pequeña y no lo entenderías-dijo acariciando su mejilla- es algo de adultos

-Ojala yo nunca sea adulta- dijo cruzándose de brazos- si ser adulta es estar enojada con quien te ama pues quiero ser chiquita siempre

-Belove- hablo Mon calmada- quiero que cambies tu actitud ahora, no quiero que estés enojada

-Es tu culpa- casi grito la niña- mamá Sam quiere estar contigo y tú no quieres, yo quiero que estén juntas- admitió la pequeña casi entristeciendo de golpe- quiero que seamos una familia y vivamos juntas, no quiero pasar unos días con ella y luego otros contigo- el corazón de Mon se contrajo contra su pecho sintiendo varios pinchazos, no sabía que responder ante eso, sabía que este tema saldría a flote algún día pero jamás planeo que respondería

-Prometo que podrás ver a Sam más días- dijo cerrando los ojos- si es lo que quieres

-No- gritó la niña recuperando su enojo- yo quiero que estemos las tres juntas

-Mi amor no puedo hacer eso- hablo apenada

-Por tu culpa mamá Sam va a conseguir otra familia- gritó Belove haciendo que Mon se sintiera aún peor- hay muchas señoras que quieren salir con mamá Sam y una vez vi una que la beso pero mamá Sam quiere estar contigo- contó enojada- y tú no quieres y ella se va a cansar y nos va a dejar y es tu culpa

Belove corrió antes de que Mon pudiera reaccionar, pequeñas lágrimas resbalaron por sus ojos y se sentó en el piso de su habitación sin saber muy bien qué hacer, su objetivo en la vida desde que tuvo a Belove era hacerla feliz a costa de todo y no dejar que nada le faltara pero ahora la situación era completamente diferente, lo que Belove le pedía era la cosa más difícil en aquel momento, le costaba admitir que aún amaba a Sam y que extrañaba estar con ella, su corazón aún se aceleraba cuando la tenía junto a ella, sentía pequeñas mariposas cuando los hermosos ojos de Sam la miraban directamente como si pudiera leer su alma y sentía la necesidad de saltar a sus labios cada vez que la tenía cerca.

Tal vez Sam se había equivocado y de las peor manera pero su corazón no diferenciaba aquello y seguía amándola con cada parte de su ser, mientras Belove crecía siempre imagino cómo hubiera sido tener a Sam junto a ella para ayudarla y ver crecer a su pequeña princesa.

Todos sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escucho el grito alegre de Belove y la voz que tanta paz le daba escuchar, Sam había llegado por ellas, así que seco sus lágrimas y se levanto de golpe de donde estaba, se miró una vez más al espejo y como todo seguía en orden decidió salir.

-Estas hermosa- le dijo Sam apenas la vio sonriéndole haciéndola sentir tan especial

-Gracias- dijo bajito aún cautivada por la pelea que había tenido con su hija- tú también estás hermosa- dijo haciendo que Sam levantara las cejas sorprendida, Belove seguía enojada así que simplemente ignoro aquel halago hacia su otra madre

I WON'T GIVE UP - MONSAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora