Una mujer pelirroja estaba caminando por un prestigioso centro comercial
-Buenos días...que bueno tenerla por aquí – saludó María, la exesposa de Lorenzo
-¿Usted es la dueña de este centro comercial?...no lo sabía – Lila habló de manera burlona
-Pues esto fue lo que quedó de mi matrimonio con Lorenzo – la miró retadoramente – el matrimonio que usted destruyó
La pecosa sonrió con sarcasmo y dijo
-Yo no destruí nada...además, la que se quiere meter en un matrimonio, eres tú...porque estoy enterada que estás detrás de mi marido
-Pues sí...quiero recuperarlo – la enfrentó – además déjame decirte que...ayer estuvimos juntos, por eso llegó tarde a tu casa – decía con descaro
-Eres una...
-Mucho cuidado con lo que digas – la cortó en seco – yo no soy como tú
Lila no soportó más el insulto de la mujer y en un impulso, estiró el brazo y le tiró una cachetada
-Esta me la debías – Lila la miró con seriedad – y ni se te ocurra volverte a meter con Lorenzo...recuerda que ahora, la esposa soy yo, y su fortuna y poder me pertenecen, así que en cualquier momento puedo destruirte – se rió y se fue caminando hacia la puerta de salida
María se quedó sobándose la mejilla, pensando en que pronto se iba a vengar
...
En el consultorio de la doctora Heyerdal
-Hola Helga – saludó la oriental a su mejor amiga – me sorprende mucho tenerte por aquí...¿te has sentido mal? – preguntó con preocupación
-La verdad, sí – respondió la ojiazul – últimamente no me he estado sintiendo bien, me duele mucho la cabeza y todo me da vueltas y siento punzadas de dolor en el vientre bajo
-Vayamos a la sala de ecografías
La rubia obedeció y siguió a su amiga hasta el lugar en donde le examinarían.
Después de unos minutos, la oriental estaba viendo en una pantalla, el útero de la empresaria
-Helga – habló casi en un susurro y abriendo los ojos de par en par – ¿desde cuándo estás así?
-En realidad desde hace más de un mes
-Pero la última vez que viniste a mi consultorio, no me dijiste nada de eso
-Pues era porque no quería alarmarte, además tú sabes que no puedo internarme aun, porque era obvio que me ibas a decir que lo haga.
-Pues ahora sí tendrás que hacerlo
-¿Qué?...¿por qué? – preguntó con algo de temor – además internarme en estos momentos de mi vida, es imposible...tú sabes la lucha que estoy teniendo con Lorenzo
-Helga...o te operas inmediatamente o pierdes a tu bebé – soltó
-¿Qué?...– dijo con pasmo – ¿cuál bebé?
-El bebé que está creciendo en tu vientre...Helga estás embarazada – la miró de forma comprensiva
-No, no puede ser – dijo mientras se sentaba y tocaba su vientre instintivamente – ¿estoy embarazada? – seguía hablando mientras una sensación cálida invadía su corazón
-Si Helga – la miraba con preocupación – ¿te alegra estarlo?
-Como no me va alegrar, si estoy esperando un hijo del hombre que amo – decía sonriendo –¿qué pasa? – preguntó al ver la expresión de preocupación en el rostro de su mejor amiga – ¿mi bebé está mal?
ESTÁS LEYENDO
Complicado Amor
أدب الهواةArnold es un administrador de empresas que termina debiendo más de 1 millón de dólares a su jefe y Helga es una de las mujeres más adineradas de todo Hillwood. El destino se encargará de unirlos, a través de una propuesta que la ojiazul decide hacer...