<<𝚃𝚑𝚎𝚛𝚎 𝚊𝚛𝚎 𝚝𝚠𝚘, 𝚘𝚗𝚎 𝚕𝚎𝚏𝚝>>

32 3 32
                                    

○°Newt°

Salimos del maletín y empezamos a planear lo que haríamos. Teníamos que organizarnos ya que éramos diecinueve personas. Aquella era una cantidad enorme para un grupo y no sería disimulado cruzar por las calles así como si nada.

Me sentía incómodo, no sólo por el hecho de que hubiera mucha gente, sino también porque Diego, ese niño imperativo; me miraba con los ojos entrecerrados, como si estuviese juzgándome en todos los idiomas que existen. Mordí mi labio inferior, ya que sabía por qué lo hacía.

Creo que no debí engañar a Jacob. Sé que hay otra chica que sabe dónde está Central Park, pero era peligroso soltarlo cuando tiene un claro conocimiento de todo esto. No me puedo arriesgar. Jacob debe estar conmigo a toda costa, al menos hasta desmemorizarlo.

—¡Oigan! .—Zharyth llamó, terminando con el escándalo y regresándome a la realidad—. ¿Y si, para no causar sospechas, vamos sólo nosotros? .—La miré extrañado, sin entender. Ella suspiró y rodó los ojos—. Me refiero a los que no somos de este mundo.

—No es mala idea .—Acotó Sebastián, en un susurro.

—Si hacemos eso sería más fácil. —Zharyth se enderezó, poniendo ambas manos en su cintura—. Podríamos ir ahora y que Jacob y Newt les digan a las chicas que estamos en el maletín .

Esta vez me levanté de mi asiento, preocupado.

No podía dejarlos ir solos. Eran... pues... eran unos niños. Tenían entre trece y catorce años y, si soy sincero, no creo que puedan con esto. Si son de otro mundo como dicen, no poseen control de la magia y no saben nada de mis criaturas. Enviarlos a hacer esta tarea sería muy irresponsable de mi parte.

—P-Pues, no es que n-no confíe en ustedes. —Empecé a jugar con mis dedos, algo nervioso por la repentina atención que había sobre mí—, s-sólo que, siento que sería muy peligroso... No saben cómo tratar con las criaturas. —Bajé mi cabeza mientras mordía mi lengua ligeramente, esperando que todos me hayan comprendido.

"¿Cuando terminará esto?"

—Deberías confiar en nosotros un poco más .—Naomi rompió el silencio, regalándome una sonrisa que me trasmitía confianza.

Me quedé observando un punto fijo para pensar un poco mejor y empecé a analizar: Tal vez si me quedo aquí podría ayudar a Jacob con sus síntomas y relajarme un poco... Pero... Me preocupan mis criaturas y su poca experiencia en esto de la magia.

—Pero, ustedes no saben usar... .—

—¿Magia? .—Hannah me cortó, alzando una ceja con picardía. Intercambió una leve mirada de emoción con Diego y luego me volvió a mirar a mí—. Te equivocas. Quizá no seamos expertos, pero podemos defendernos con respecto a eso. Usamos tu enorme desierto para ensayar y, te digo, no lo hacemos nada mal. Y, sobre tus criaturas, tranquilo: Tenemos a un experto en este tema. —dijo, abrazando a Diego de lado.

—Sí, sé mucho de esto. —asintió con una sonrisa.

Los miré a ambos con detenimiento. Se los veía muy tranquilos para estar en una situación... Descabellada. Gruñí en voz baja, frustrado. No sabía por qué eso en lugar de darme calma me daba terror.

Aunque, ellos sabían lo que pasaría... ¿No? Quizá sepan cómo hacer las cosas. Pasé saliva por mi garganta y tomé aire. No creí hacer esto nunca.

𝙰𝚗𝚒𝚖𝚊𝚕𝚎𝚜 𝙵𝚊𝚗𝚝𝚊́𝚜𝚝𝚒𝚌𝚘𝚜 𝚢 𝙳𝚘́𝚗𝚍𝚎 𝙎𝚗𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚊𝚛𝚕𝚘𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora