<<𝚁𝚎𝚞𝚗𝚒𝚘𝚗>>

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°Sebastián°

La MACUSA, así se llama este lugar. Al final, gracias a nuestra mentira, nos infiltramos aquí y tuvimos un recorrido bastante largo por nuestros alrededores. Teníamos que hacernos pasar como agentes para no revelar tanto. Además, de una u otra forma no podíamos decir nada ya que no teníamos la suficiente claridad de cómo llegamos a este sitio.

Siendo sincero, nunca pensé que pasaría algo como esto en mi vida. Tenía el presentimiento de que este nuevo año escolar iba a ser interesante... ¡Pero no sabía que el universo me iba a malinterpretar tan feo!

Aunque, no puede ser tan malo, ¿no?

Solo nos quedamos atrapados en una película extraña, y el único objeto que nos puede llevar a casa estaba en el saco de mi mejor amigo hecho pedazos. Dime, Dios, ¿Qué he hecho para merecer tal desprecio de tu parte? Estos anormales son los que me bullean a mí. Yo jamás he hecho algo malo en contra de ellos.

¡¿Por qué no dejaste que vinieran solos?!

Ah no, pero es que yo soy el presidente del salón y tengo que ver por esos dieciséis destructores de paciencia y por eso los seguí. Vaya suerte la mía. Solo por querer hacer las cosas bien me terminan arrastrando a sus líos. En fin, pero, ¿De qué sirve quejarse si eso no resolverá nada?

Sí, quiero morirme.

—Me aburro .—Se quejó Diego alargando la "o" en la palabra. Sus brazos se encontraban apoyados en uno de los escritorios, mientras tiraba su cabeza hacia atrás y su cuerpo, de las piernas para abajo, lo tenía extendido.

Solté un suspiro y lo miré claramente irritado. No miento cuando digo que las ganas de asesinarlo o enterrarlo vivo estaban presentes en mí. Por ese loco estábamos nueve de nosotros en este lugar, atascados y sin tener la menor idea de cómo regresar a casa.

Lo golpearía, pero no lo hago por dos sencillas razones.

Una: Me da pereza.

Dos: Me da pereza.

En eso, y antes de que mi mejor amigo se volviera a quejar, la chica de antes ingresó apurada. Según Diego, se llamaba Tina y era de los personajes principales en la película. Detrás de ella vino también un hombre de unos treinta y siete, seguido de unos chicos más jóvenes que él.

Esperen un segundo...

¡¿Qué hacen los otros ocho que faltaban del salón, con ese hombre?!

Todos los que anteriormente no estaban con nosotros, ahora estaban con nosotros, ahí de pie. Algunos llevaban un semblante serio en sus caras, y otros simplemente agachaban la cabeza con vergüenza. La única persona que estaba con una sonrisa, como la de Diego al ver a Tina, era Hannah.

Hay una cosa que maquina en mi mente desde que los vi, ¿Esos ocho se habrán metido en asuntos de la mafia o algo parecido? Lo siento, pero no puedo evitar pensarlo. Una vez Valentina dijo que ella no dudaría en vendernos al mercado negro por dinero, así que esperar eso de ellos es poco para lo que estoy preparado mentalmente.

—Bueno, este será su primer caso. Les explico, el señor Scamander y estos ocho adolescentes infringieron una de las leyes más importantes de nuestro país, esta ley consiste en no revelar a algún no-mago quiénes somos o qué hacemos sin desmemorizarlo. Esto es considerado un delito y necesito procesarlos a todos, por lo que voy a dejarles a los demás en sus manos mientras que yo me encargo del adulto en cuestión .—Las palabras de Tina fueron rápidas y precisas, pero todos los que aterrizamos en la MACUSA asentimos de acuerdo, aún sin haber entendido que había dicho realmente.

𝙰𝚗𝚒𝚖𝚊𝚕𝚎𝚜 𝙵𝚊𝚗𝚝𝚊́𝚜𝚝𝚒𝚌𝚘𝚜 𝚢 𝙳𝚘́𝚗𝚍𝚎 𝙴𝚗𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚊𝚛𝚕𝚘𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora