<<𝙰𝚛𝚛𝚒𝚟𝚊𝚕>>

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°Naomi°

Todo se volvió negro...
Y cuando empecé a recuperar la conciencia, ya no estaba en la escuela.

Un techo de madera de abedul yacía sobre mi cabeza mientras que mis compañeros no se encontraban en mi zona visual. Me apoyé sobre mis codos y recuperé completamente la vista y la conciencia. Logré ver que mis amigos estaban despertándose también, pero faltaban algunos.

-¿Qué pasó? .-Murmuré para mí misma tratando de recordar algo, pero por más que lo intentaba no podía.

-¿Chicos? .-Preguntó Fiorella en un susurro audible.

-Estamos aquí .-Respondí un poco anonada.

Me levanté y luego noté mi vestimenta: Llevaba un abrigo de lana color ojo, debajo tenía una blusa blanca manga larga, en mis piernas tenía un pantalón gris y en mis pies llevaba unas botas negras.

Vi que los demás tenían prendas de vestir casi iguales a la mía, pero de distintos colores, resaltando principalmente el abrigo.

"¿Donde estamos?"
Me pregunté.

-Oigan. ¿Y los demás? .-Quiso saber Noemí, levantándose del piso y observando cuidadosamente su abrigo de lana beige.

-No sabemos, apenas recuerdo como llegamos aquí .-Habló Ámbar, mirando por un pequeño vidrio caído como su cuerpo y ropa estaban cubiertos por un abrigo de lana gris.

Luego, unos pasos algo pesados se escucharon haciendo rechinar la madera. Un chico entró a la sala. Se veía de unos treinta y siete, tenía el cabello cobrizo, tez blanca y pecas por toda su cara. Era alto y algo esbelto, pero aún así bastante flaco.

Al notar nuestra presencia sacó de la manga de su camisa una... ¿Varita?

-¡¿Quienes son?! .-Gritó/Preguntó a la defensiva. Nosotros nos alejamos unos cuantos pasos, por nuestra seguridad.

De repente, algo estruendoso se escuchó en un mueble, antes de ver como unos pequeños rulos salían detrás, mientras pequeñas maldiciones tomaban lugar con rapidez.

-¿Q-Quién anda ahí? .-Preguntó el mismo chico, está vez un poco nervioso.

Se acercó y dijo algo que no escuchamos. De pronto, observamos como esos rulos se empezaban a levantar, dándole espacio a Hannah, quien salía de detrás de ese mueble a toda velocidad con un diminuto animal en la mano y con su arete en la otra.

-¡¿DÓNDE RAYOS... .-Y antes de que terminara de gritar, giró y nos observó. Quiero creer que no se había dado cuenta de nuestras presencias. Se reincorporó y carraspeó su garganta-. Hola, me llamo Hannah.- Dijo, acomodándose su abrigo color verde esmeralda.

El joven la apuntó con la varita y le hizo un ademán para que viniera hacia nosotros.

Hannah obedeció sin chistar y se posicionó a mi lado.

-Deja al escarbato .-Ordenó demandante.

-Claro... sólo que me quería robar un arete, pero no importa; sé que le gusta lo brillante .-Encogió sus hombros, como si fuera la cosa más normal del mundo.

-Estás... en lo correcto .-Logró apenas soltar, sorprendido-. ¿Cómo lo sabes?

-Emm, yo... .-Los nervios salieron a flote-. Lo sé porque he leído un par de libros.

El chico aligeró su mirada y está vez en ella se vio un ápice de curiosidad. Era como si nunca hubiera visto a nadie interesado en este tipo de criaturas.

𝙰𝚗𝚒𝚖𝚊𝚕𝚎𝚜 𝙵𝚊𝚗𝚝𝚊́𝚜𝚝𝚒𝚌𝚘𝚜 𝚢 𝙳𝚘́𝚗𝚍𝚎 𝙴𝚗𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚊𝚛𝚕𝚘𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora