Always Dark, Always Happy One-Shot [SoRiku]

Capítulo 1

¡Está historia es de capítulos muy cortos! Espero lo disfruten y muchas gracias!

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El golpeteo del pizarrón era un sonido familiar y normal en un salón de clases de Destiny High. Los estudiantes miraban ansiosos de un lado a otro y esperaban el "ding-dong" que sonaría en cualquier momento.

Y cuando llegara la hora, todos gritarían con alegría que las clases por fin habían terminado como era de costumbre.

Kairi, una chica pelirroja que estaba sentada en la primera fila, se dio la vuelta con molestia hacía su compañero.

-Estos chicos se están volviendo realmente molestos...

La maestra suspiró ante lo cotidiano, miró el reloj antes de pararse frente a la clase y golpear el pizarrón con los nudillos para llamar la atención de los inquietos jóvenes.

- Cálmense, es casi la hora de ir a casa. ¿Qué tal si nuestro nuevo estudiante se presenta a sí mismo, Riku?

El chico de cabello plateado, que había estado sentado en silencio en la segunda fila todo el día, levantó la cabeza.

-No me parece una buena idea, señorita.

Toda la clase comenzó a llamarlo por su nombre, él se puso de pie de mala gana y caminó hacia el frente de la clase.

-Hola, soy Riku y acabo de mudarme desde....- Fue interrumpido por alguien que le lanzó una bola de papel a la cabeza.

Toda la clase se comenzó a reír y sonó el timbre, para la alegría de muchos.

-Bueno, ahora pueden conocerse mejor.- La maestra le dijo a la clase mientras guardaban sus cosas con entusiasmo.

Sora, el chico de cabello castaño en la esquina de la primera fila, se inclinó hacia Kairi.

-¿Por qué se reían todos?

-Alguien le tiró una bola de papel al chico nuevo.- Ella respondió con un suspiro y se alejó para guardar sus cosas.

-Oh.- Sora comenzó a empacar su bolso también.

Era muy consciente del creciente silencio en la sala y el crujido de papeles a su lado y detrás de él.

-¿Listo?- La voz familiar de Kairi le preguntó.

Él asintió, sintiendo la mano cálida de su amiga agarrando su delgado brazo como era costumbre después de un agotador día de escuela, caminado hacia la salida. Sora se detuvo después de un momento, ladeando la cabeza en dirección al interior del salón de clases.

-¿Vives en el lado este u oeste?- preguntó al aire, sabiendo que aún quedaba un estudiante más en el interior.

-El lado oeste.- La voz de Riku respondió.

-¿Quieres caminar con nosotros?

-Seguro.

Se escuchó el raspado de su silla, luego pasos antes de que otro cuerpo estuviera cerca del lado libre de Sora. No era primera vez que hablaban, Sora estaba muy interesado en conocer al nuevo chico del que todos murmuraba y no era la excepción, kairi también se unió a la conversación en la hora de comida, recesos y ahora, los tres iban juntos a casa.

Diez minutos por el camino de tierra y se detuvieron en una pequeña casa de dos pisos cerca de la carretera que los llevaba a la orilla del mar.

-Las llaves, Sora.- Kairi dijo.

Y Sora metió la mano en su bolso, en el primer bolsillo dónde sacó su llavero con un pomposo chocobo imposible de perder.
Ella los tomó y abrió la puerta antes de devolvérselos.

-Ahí tienes, no olvides guardarlo en el mismo bolsillo.- Ella tocó su mano y lo empujó hacia la puerta para que entrara.

-Nos vemos, Riku.- Sora extendió su mano en la dirección general de Riku antes de que el otro chico la agarrara y la sacudiera.

Sora cerró la puerta detrás de él y justo cuando Riku estaba a punto de continuar calle abajo, kairi lo llamó para despedirse también.

-¿No vas a ir por este camino?- El Señaló.

-Oh, no, vivo unas calles más atrás, más cerca de la escuela. Solo que siempre acompaño a Sora a casa.

-Está bien, nos vemos mañana entonces.

Ella le dio un saludo corto y una pequeña sonrisa antes de ajustar la correa de su bolso y se alejó en la dirección opuesta.

Riku cambió su chaqueta a su otro brazo, ahora que no tenía compañía y sonrió al recordar todas las vivencias que había tenido con sus nuevos amigos el día de hoy.
No esperaba tenerlos tan pronto en primer lugar, pero tan pronto como entró al salón de clases y todos esos ojos curioso de los estudiantes se posaron sobre él, hubo uno en particular que llamó su atención. Sora ni siquiera levantó la cabeza para mirarlo, el único de los estudiantes que simplemente parecía ignorarlo y no fue hasta el primer receso para enterarse del porque, Sora no lo estaba ignorando... simplemente, era diferente al resto de sus compañeros.

Con ayuda de Kairi, el moreno pudo acercarse a Riku, lo recibió con una enorme sonrisa, ojos azules como el océano, profundos e inquietantes, Riku estaba seguro de que esos ojos mostraban más de lo que expresaba.

No necesitó que alguien le explicar o le dijera algo, fue evidente tan solo pasar un rato con él y la curiosidad de Riku por este chico aumentó cuando la realidad del estado de Sora lo golpeara por completo.

Y Riku regresó a casa con mucho que contar.