Capítulo 4

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-Eternity can be cruel, I keep on going...~

-Because I need to.-  cantó Sora.

-So I can miss you…~ - Kairi cantó al mismo tiempo.

Estaban en el jardín de la escuela, sentados en el suave cesped, Sora mantenía la cabeza en el regazo de kairi y ella estaba retorciendo su cabello castaño haciendo pequeñas trenzas.

-¡Te equivocaste, Kairi!

-¡No, tu lo hiciste!- Se rieron juntos.

Sora se incorporó y tiró de sus rodillas hacia su pecho y las abrazó.

-Oye Kairi ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Claro.

-¿Soy guapo?

-¿Qué?- La pregunta la hizo pestañear en su dirección confundida.

-¿La gente piensa que soy guapo?- Jugaba con los cordones de sus zapatos.

Riku estaba caminado lentamente hacia ellos, escuchando la conversación y kairi levantó su cabeza en su dirección con una sonrisa divertida. 

-Bueno, yo creo que lo eres. - Respondió ella, haciendo una pequeña reverencia con la cabeza a Riku cómo saludo silencioso, y él le devolvió el gesto.

-Está bien, pero, ¿qué pasa con otras personas?- Volvió a preguntar Sora, distraído, no parecía notar la presencia de Riku.

-No sé lo que piensan los demás, Sora.  Tendrías que preguntarles.- La voz de kairi estaba alcanzando un tono más alto.

Riku eligió ese momento exacto para hablar.

-¿Están listos para regresar?

Riku vio como Sora se sobresaltó al escuchar su voz, levantando la cabeza en su dirección. Y kairi no pudo evitar reírse del comportamiento extraño de su amigo.

-S-Seguro.- Sora tartamudeo y se puso de pie, agarrando el brazo de Riku, notando el incómodo silencio.- ¿Siguen ahí?

-Vamos, tengo hambre.- Ella dijo, con un tono de voz triste que Riku notó.

-¿Ocurre algo, kairi?

-No, No. Solo estoy casada de tantas tares.- Suspiró ella.

Riku iba a insistir, pero la voz de Sora lo interrumpió antes.

-¿Chaqueta otra vez, Riku?

Y los tres rieron. Siguiendo su camino para regresar al salón de clases.
El resto del día fue como todos los otros hasta el fin de la jornada escolar.

- ¿Ya terminaste la tarea?- preguntó Riku mientras caminaban por la ruta de siempre de regreso a casa.

-Debería terminarla hoy.-  Sora respondió de mala gana.

Llegando a la calle donde se encontraba la casa de Kairi se detuvieron.

-Bueno, esta es mi parada, adiós.- Y ella se fue solo con una despedida de manos que evidentemente Sora no podía ver.

Riku frunció el seño, notando que Sora se quedó esperando a que su amiga le besara la mejilla como era costumbre, beso que nunca llegó y dejó a Sora confundido.
Siguieron su camino en silencio, hasta la casa de Sora, y Riku se ofreció para ayudarlo con la tarea. Aprovechando también estudiar un poco de Braille juntos.

-Dame tu mano. -Dijo Sora.

Agarró la mano de Riku y la arrastró sobre el braille. Un pequeño cuento que al mayor le costaba mucho leer.

Always Dark, Always Happy One-Shot [SoRiku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora