Querido diario hoy te cuento mi día,
otra vez caí en la misma osadía,
de no confiar en tu dulce melodía,
que guiaba mis pasos hacia la salida.Vuelvo a tus páginas buscando llorar,
con verguenza por mis penas rogar,
de tu piedad otra vez mi alma llenar,
sabiendo que sin ti a ningun lado puedo llegar.