Riega mis flores antes que se marchite mi corazón.
Llename de tu amor antes de que perezca mi salvación.
Rios de agua viva que ahoguen mi dolor.
Escúchame, amado mío, ten piedad en mi clamor.
Gracias porque ante tus ojos no soy una decepción.
Tu me amas a pesar de lo que soy.