Vacilando entre vidas,
una corta como una caricia, un beso y un adios,
otra larga como una felicidad hallada
en la paz abrumadora que aterra nuestras mentes
incapaces de imaginarnos en la utopia divina,
de no encontrarnos sumergidos en el caos del nunca acabar.Nunca fue tan facil lo dificil,
él siempre me está estorbando,
quiere que crea que no existe, que no puedo alcanzarlo,
cuando en realidad está frente a mis manos,
que se extienden hacia el cielo en desespero,
en busca de un abrazo eterno.