Piratas del Caribe: La Maldicion del Perla Negra

Capítulo 2: 10 años después...

10 años después...

Los ojos de Elizabeth se abrieron de golpe y se sentó en la cama. Respiró con dificultad, recuperándose del sueño que acababa de tener sobre el día en que conoció a Will.

Se levantó lentamente de la cama y se acercó a su escritorio. Abrió un cajón y reveló un compartimento secreto que contenía la moneda de oro que le había quitado a Will hace tantos años. Lo examinó por un momento y se lo puso alrededor del cuello.

Mientras miraba su reflejo en el espejo, sonó un golpe en la puerta.

"¿Elizabeth? ¿Elizabeth?"

Era su padre. Rápidamente se puso la bata y metió el collar en su camisón.

"¿Estas vestida?" Su padre llamó.

"¡Sí Sí!" Ella volvió a llamar.

Su padre abrió la puerta y entró en su habitación seguido de (T/n) y algunas sirvientas. El gobernador Swan había sido lo suficientemente generoso como para permitir que (T/n) se quedara en su casa y trabajara como cuidadora de Elizabeth durante algunos años, hasta que Elizabeth se hizo demasiado mayor para una. Ahora, ella era más como una amiga de la familia, pero aún tenía que hacer las tareas del hogar.

"Oh, ¿sigues en la cama a esta hora? Es un hermoso día". Comentó el padre de Elizabeth.

Las criadas corrieron las cortinas para dejar entrar la luz del sol y abrieron las ventanas.

"Tengo un regalo para ti." Su padre anunció. Se volvió hacia una doncella que sostenía una caja y levantó la tapa para revelar un hermoso vestido.

Elizabeth jadeó y lo recogió. "Oh es hermoso."

"¿No es así?"

"¿Puedo preguntar sobre la ocasión?" preguntó Elizabeth.

"¿Necesita un padre una ocasión para adorar a su hija? Adelante." Elizabeth se giró y caminó hacia su cambiador, (T/n) y las sirvientas la siguieron para ayudarla a ponerse el vestido.

"En realidad yo... um... esperaba que pudieras usarlo para la ceremonia de hoy". Dijo el Gobernador.

"¿La ceremonia?"

"Ceremonia de ascenso del Capitán Norrington". Precisó el Gobernador.

Elizabeth asomó la cabeza por detrás del biombo con incredulidad. "Lo sabía."

"Comodoro Norrington, como está a punto de convertirse en capitan. Es un buen caballero, ¿no crees?, Le gustas, ¿sabes?"

Elizabeth de repente jadeó en voz alta por lo apretado que el corsé se estaba convirtiendo. (T/n) le dirigió una mirada de disculpa.

"¿Elizabeth? ¿Cómo te va?"

"Es difícil de decir."

"Me han dicho que es la última moda en Londres".

"Bueno, ¡las mujeres en Londres deben haber aprendido a no respirar!" Elizabeth replicó, mientras continuaba jadeando de dolor.