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Aquí

La noche estaba cálida,
la luz de la luna nos abrigaba,
y el canto del lago,
nos hacia compañía.

Lejos de la ciudad nos encontrábamos,
dentro de nuestro propio mundo,
lugar en donde los miedos,
se dejaban de lado.

Tomados de las manos y sonriendo,
las estrellas tintineaban al pasar,
y junto al correr de los minutos,
no tenía ganas de descansar.

Porque éramos tú y yo,
como siempre quisimos,
y ahora amor mío,
ruego a que siempre te quedes conmigo.

Así como ahora,
tumbados en la arena,
la realidad me hace pensar,
que el futuro nos espera.


Majopa.




Esperanza MarchitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora