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"Me gustas, Christopher"

El rubio se quedó a dormir en casa del castaño, pues anoche habían llegado algo tarde y se había despertado antes.

Por lo que ahora se encontraba mirando el techo, con un brazo bajo su cabeza mientras pensaba en las palabras que Seungmin le había dicho la noche anterior.

<<¿Qué siento yo por él>> se preguntó Chris.

El más alto quería a Kim, demasiado.

No soportaría que algo le pasara y amaba cuidarlo. De hecho, siempre se había preocupado por el menor.

Las veces que Seungmin se enfermaba y tenía que darse en cama por varios días, Christopher iba a visitarlo para que no estuviera solo y pasar el rato con él. Además, Bang podía quedarse de la mucha tarea que sus maestros le dejaban o lo mucho que su profesor de literatura, el señor Byun, lo odiaba.

Pero todo eso no importaba. No importaba porque no era lo mismo que sentía Seungmin por él.

Lo que el de cabellos castaños sentía por Chan no sólo era preocupación por el mayor, no sólo lo quería. Kim estaba enamorado de Christopher y no había nada que pudiese comparar con eso.

El rubio necesitaba darle una respuesta pronto a Seungmin pero en realidad no tenía idea de cómo y si sería tan rápido como deseaba.

Tampoco quería lastimarlo, era lo último que quería.

—Te vez guapo cuando estás pensativo —susurró una voz un poco ronca.

Seungmin había despertado y lo miraba. Cuando Chris lo miró con una ceja alzada, se tapó la boca.

Recién se había dado cuenta de lo que dijo y sus mejillas estaban rojas.

Bang sonrió de lado.

—¿Cómo estás, Minnie? —preguntó el rubio cambiando de tema—. ¿Te duele la cabeza?

—Un poco —hizo una mueca.

Chris negó divertido.

—¿Quieres que te traiga algo? —lo miró expectante—. Puedo hacerte una sopa.

Seungmin asintió sonriéndole después de pensarlo un poco.

—Ahora vuelvo, entonces —tomó la cara del menor entre sus manos y depositó un pequeño beso en sus labios.

El rucio se paró de su lugar dejando al castaño en su cama para dirigirse a la puerta de la habitación y bajar las escaleras.

Escuchó una voz masculina en la cocina y se extrañó, acercándose lentamente a aquel lugar.

Luego recordó que era sábado por lo que el padre de Seungmin no trabajaba hoy.

El señor Kim era un hombre de negocios, muy pocas veces se encontraba en casa y los días que estaba con su hijo, sábados y domingos, pasaba el tiempo en su estudio hablando por teléfono con clientes o sus trabajadores.

Christopher siempre se sentía mal por el hecho de que su amigo de caballos castaños estuviera solo en casa. Por lo que, de hecho, prefería estar en casa del menor que en la de él mismo.

—Lo necesito para el lunes, Lee —dijo el señor Kim—. De acuerdo, sí. Gracias, nos vemos el lunes —colgó.

Chan había entrado cauteloso, intentaba no molestarlo pero no funcionó pues el señor lo miró mientras comía una pasta algo sorprendido.

—Christopher, —habló tapándose la boca con una mano mientras masticaba y luego tragó—. ¿qué haces aquí?

—Hola, señor Kim —saludó con una sonrisa nerviosa—. Anoche Seungmin y yo fuimos a una fiesta, —explicó rascándose la nuca algo incómodo— y volvimos algo tarde así que me quedé. Lo siento —se disculpó.

—No, está bien Chris —le sonrió tranquilizándolo—. Prefiero que te quedes aquí a que vuelvas tarde a casa.

El rubio sonrió agradecido.

Sin decir nada más, Chan agarró las cosas que necesitaría para la sopa que le haría a su amigo de cabellos castaños.

—¿Resaca? —cuestionó el señor Kim al lado del joven de cabellos rubios quien seguía preparando la sopa.

—Sí, me duele un poco la cabeza —mintió e hizo una mueca.

El padre de Seungmin rió negando levemente la cabeza.

—Si es para Seung no me enojo —habló mirando a Bang—. Pero dile que si va a volver a beber que no tome demasiado. No le gusta el alcohol así que no sabe hasta donde puede tomar.

Christopher asintió de acuerdo con él.

Tenía razón. El menor no era el tipo de adolescente que salía a fiestas para alcoholizarse. Kim prefería salir con sus amigos al cine, ir a comer o sólo quedarse en casa. En cambio, Chan no disfrutaba tampoco de beber, sin embargo podía hacerlo sin ningún problema. Además, él aguantaba un poco más que el castaño.

Cuando la sopa estuvo lista, tomó un tazón y sirvió en él un poco para luego agarrar una cuchara, llevándosela a su amigo quien esperaba en su dormitorio revisando su teléfono.

Seungmin al verlo se sentó en la cama recargándose en la cabecera de esta y colocó el plato sobre sus piernas para comenzar a comer.

—Tu padre dice que la próxima vez que tomes no bebas demasiado —susurró Chris mirando al menor soplando su sopa.

—¿Le dijiste que bebí? —dejó la cuchara en el plato y miró al rucio expectante.

Bang asintió.

—Tranquilo, no me dijo nada —sonrió tranquilizándolo—. Sólo eso.

Seungmin esperaba que, cuando su amigo se fuera, su padre no le reprendiera.

Lo que quedaba de la tarde, Christopher la pasó cuidando a su amigo y decidieron ver películas o solamente charlar. Aunque a veces compartían uno que otro beso.

𝗞𝗶𝘀𝘀 𝗺𝗲 | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora