008 (one)

1.3K 122 21
                                    

Las vacaciones de verano estaban a solo unas horas de empezar y Christopher no podía esperar un segundo más.

Comenzaba a desesperarse, las clases, para colmo iban más lento de lo que pudo haber deseado alguna vez.

Literalmente Bang observaba el reloj que se encontraba sobre el pizarrón, sin perderlo de vista ni un segundo, viendo como las manecillas giraban haciendo eco en el aula.

Para la última clase, Chris se encontraba micho más concentrado viendo la hora mientras la profesora Lee no dejaba de hablar sobre quién sabe qué, aburriendo a los alumnos quienes solo deseaban salir de aquel infierno.

Pronto, la chicharra comenzó a sonar. Dando por finalizada la clase y con ella, el comienzo de las vacaciones. Los alumnos sin decir más, tomaron sus cosas y comenzaron a salir del aula, alegres de que otro ciclo escolar haya finalizado.

Chan salió junto a sus amigos del salón, platicando animadamente.

—¿Van a hacer planes en las vacaciones? —inquirió Minho.

Luego de pensarlo un poco, los demás chicos negaron mirando al pelirrosa, sabían que algo planeaba.

—¿Qué tienes en mente? —preguntó ahora Changbin, mirándolo expectante.

Lee sonrió de oreja a oreja.

—Unos amigos irán a la playa, ¿quieren ir?

Christopher amaba a los amigos de Minho, pues haría algo divertido en el verano a pesar de que seguro sólo irían un par de días.

Todos asintieron y comenzaron a planear todo. Se irían el sábado por la madrugada para llegar temprano y regresarían más o menos el lunes o martes.

Incluso iban a invitar a los novios de sus amigos, por lo que Chris no se quedó atrás. Decidiendo que invitaría a su amigo.

Bang se dirigió a casa solo, pues ya no había encontrado al de cabellos castaños. Por lo que supuso que ya se había ido a su casa o estaba con sus amigos.

Al llegar, saludó a su mamá y subió escaleras arriba, dejando su mochila en la cama. Para después acostarse boca abajo.

Estaba feliz, ya que al fin se había librado de tareas, proyectos y exámenes escolares qué pudiesen estresarlo.

[♡︎]

Seungmin se encontraba en su habitación con su portátil cuando escuchó su móvil sonar con un sonido diferente al de sus demás contactos. Enseguida supo que era su amigo de cabellos rubios. Lo tomó entre sus manos y entró al chat que tenía con el mayor.

Chris ♡

Hey
¿Tienes planes para este fin de semana?

Minnie

¿Por?
¿Tienes algo pensado?

Y envió el mensaje para después seguir concentrado en su computadora. La respuesta de Bang no tardó mucho en llegar.

Chris ♡

¿Quieres ir a la playa?
Los amigos de Minho lo invitaron, así que nosotros vamos a ir también, ¿qué dices?

El castaño hizo una mueca. La última vez que salieron por los amigos de Minho no terminó bien. No le traía buenos recuerdos. Y como si el rubio le leyera la mente, volvió a enviar otro mensaje.

Chris ♡

¿Por mí? :((

Kim suspiró pesado, agradecido que su amigo no pudiese verlo en ése momento, por lo que terminó accediendo. Y sin pensarlo dos veces, comenzó a empacar. No estaba seguro cuando iban a volver así que terminó guardando ropa demás.

Al caer la noche, el castaño cayó rendido en los brazos de morfeo.

Cuando despertó debido al molesto sonido de la alarma, la apagó y talló sus ojos con ambas manos hechas puños, para después levantarse de mala gana, dirigiéndose al sanitario y así asearse.

Algunos minutos después, salió y comenzó a vestirse. Se puso unos vaqueros rasgados, una camisa negra, un buzo del mismo color y tenis blancos.

Tomó sus valijas, su móvil, las llaves y fue escaleras abajo, donde esperaría a los demás chicos.

Al salir, cerró la puerta detrás de él cauteloso, evitando despertar a su padre.

No supo cuánto tiempo estuvo sentado en la acera, sin embargo, al cabo de un rato, llegó una furgoneta donde vio bajar a su rubio amigo.

—¿Listo? —habló el mayor cuando llegó en frente del castaño y le dio un pequeño beso.

Seungmin se quedó atónito y asintió una vez se había recuperado de este. Sentía las mejillas rojas.

—Nos van a ver —se quejó en un susurro.

Chris no pudo evitar reír leve y tomó las cosas de Kim, llevándola a la cajuela del auto.

—Ya nos han visto, no tienes de qué preocuparte —contestó como si no fuera la gran cosa, sonriendo de lado y le guiñó el ojo.

<<¿Qué? ¿Visto, ellos? ¿Cuándo?>> se preguntaba Seungmin.

Fue una clase de consolación pero Kim comenzaba a pensar que era todo lo contrario, que Chan intentaba burlarse de él.

Sin decir más, se adentraron al auto y cuando estuvieron listos, emprendieron su camino.

El carro iba en un silencio incómodo, o eso pensaba Seungmin que, aunque la radio estuviese prendida, tenía un volumen bajo que sencillamente podía escuchar su corazón acelerarse tanto que no le extrañaría que alguien lo escuchara.

La razón era sencilla. Debido a que la furgoneta no era tan grande para que los ocho jóvenes se pudieran sentar libremente, Kim se encontraba ahora sobre el regazo de Christopher.

Mientras más lo pensaba, sabía que no debía estar nervioso, pues ya se había sentado sobre el mayor anteriormente, pero de alguna forma se sentía como si fuese la primera vez.

Incluso no apoyaba todo su cuerpo, pues tampoco quería lastimar al mayor con su peso.

Pronto, sintió unas manos sobre su cintura que lo acercaban al pecho del rubio, sus ojos se abrieron de par en par.

—No te vez muy cómodo —susurró el mayor cerca de su oído.

Kim sintió una corriente pasar por su espina dorsal.

—Estoy bien —habló en un susurro también. Intentó hacerse hacia en frente de nuevo pero el agarre en su cintura se intensificó.

—No pesas nada, Minnie —intentó tranquilizar al aludido, quien suspiró pesado y asintió rendido.

Seungmin odiaba ser tan débil cuando se trataba de Christopher.

—No quiero lastimarte, Chris —se excusó.

—No te preocupes por mí, me importas tú —dijo y colocó su mandíbula sobre el hombro del menor.

El día apenas comenzaba pero, en menos de una hora, se había sonrojado dos veces y ambas eran debido a su amigo de cabellos rubios que se encontraba abrazándolo.

Iba a ser un largo viaje.

𝗞𝗶𝘀𝘀 𝗺𝗲 | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora