MAESTRA

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Las semanas habían pasado y Mar se había comprometido a portarse bien, pues ya habían sido muchos castigos de Papi seguidos, por esta razón trataba de hacerlo bien tanto en la escuela como en casa. Aunque no todo era de la mejor manera, pues la pequeña Mar iba muy mal en su clase de matemáticas y por esta razón Papi había decidido contratar una maestra que le pudiera ayudar a ella para pasar la materia, aunque difícil y todo Papi consiguió alguien para reforzar las matemáticas de Mar, el contrato a Valery quien era una maestra joven recién graduada que daba sus servicios muy bien, era de las mejores enseñando matemáticas y esto llamo la atención de Papi, así que sin más la contrato y la cito un día en especial.

Se llegó el día de la clase en casa, ella llegó y se presentó

-Muy bien día, mi nombre es Valery y seré la maestra de Mar para reforzarla en Matemáticas, muchas gracias por confiar en mí, haré mi mejor trabajo

Después de esto Papi la llevo a la sala donde le presento a la pequeña Mar y dispuso del espacio para que pudieran trabajar, él tenía un pendiente en la oficina por lo que durante la clase privada estaría ausente, así que dejo en claro unas cosas con la maestra.

-Mira maestra, Mar es una buena chica, aunque a veces es muy rebelde, por lo que le aconsejo y doy consentimiento de que si ella se porta mal o no atiende a lo que usted le dice, tiene toda la autoridad para aplicar un castigo, ella está acostumbrada a recibir nalgadas, así que sin dudarlo puede hacerlo.

Ella se quedó sorprendida al oír esto, pues un secreto bien guardado que ella tenía era alguna vez recibir nalgadas, era algo muy dentro de ella y ahora podía aplicar el castigo sin más, por lo que se dispuso a dar las gracias por esa encomienda y comenzó con su clase.

Al salir Papi de la casa y comenzar con su trabajo, no dejaba de pensar en las palabras que él le había dicho, y al mirar hacia una de las paredes se dio cuenta que en esa casa tenían colgados algunos cintos y cepillos, con los que probablemente el daba los castigos a su pequeña, esto la hacía ponerse muy interesada en lo que ocurría en esa casa.

No pasó mucho tiempo para darse cuenta que la pequeña Mar era una niña muy traviesa y que le costaba poner atención con ella, pero ella siguió con la clase, después de un rato dejo unos ejercicios y ella dijo:

-Tu Papi me dio autorización para darte nalgadas si no hacías bien tus trabajos, así que de no terminar en 10 minutos y entregarlos correctamente me veré en la penosa necesidad de darte una buena disciplina.

No pasaron los 10 minutos cuando se percató que ella no había ni siquiera comenzado, así que rápidamente la levanto de su silla y la puso sobre sus rodillas.

-Muy bien Mar, tú te lo buscaste, ahora te voy a dar 20 nalgadas, 1 por cada ejercicio que no hiciste.

Ella levanto su falda dejando al descubierto las nalguitas de Mar y comenzó a pegarle, las nalgadas eran muy débiles, nada comparado a las que le daba su Papi cuando se portaba mal, a lo mejor no quería lastimarla o le daba nervios estar en esa situación, aunque la pequeña Mar exageraba mucho como si le estuviera doliendo, sus nalguitas ya acostumbradas a las nalgadas de Papi ni siquiera se tornaban rojas, aunque ella comenzaba a decir que le dolía mucho a lo que ella se asustó, pero justo en ese momento en el que ella la iba a bajar de sus rodillas llegó Papi y vio la escena.

Papi al darse cuenta de esto se acercó y le pregunto a la maestra que había sucedido para que ella le diera un castigo tan suave, a lo que ella respondió que no había hecho los ejercicios y por esta razón decido castigarla, pensando que había sido excesiva la decisión que tomo, pidió disculpas y dijo.

-Lo lamento mucho, quizá fui muy exagerada, lo lamento.

A lo que Papi solamente hizo que se levantará y trajera una silla, la puso en frente de él y le dijo a la Maestra.

Papi y EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora