El día era especial y muy cómodo, pintaba ser muy bueno, Mar acababa de salir de un resfriado que la había llevado a casa por 1 semana, para ella fue muy especial pues no había escuela y eran cuidados de Papi al 100%, ella que ruega por cariño lo tenía todo en ese momento, lo único malo para ella es que no se podía portar mal y traviesa como habitualmente les, mientras estaba en casa asistieron a su escuela a ponerles una vacuna a todos los alumnos, ya que ella no pudo asistir llamarón a Papi para avisar que antes de que regresará debía ponerse su vacuna, así que debían de llevarla al hospital a ponerle esa vacuna.
Así que ese día muy temprano Papi asistió a su habitación y dijo: -Mar alístate para ir al hospital a que te pongamos la vacuna, vamos que mañana debes volver al colegio y si no llevas esa vacuna no podrás entrar.
A lo que ella respondió:
-Si Papi, estaré lista enseguida.
Ya que esa semana Papi se pasó cuidando a Mar dejo descuidada la casa, entre ellas lavar la ropa Mar no tenía que ponerse y tomo lo primero que encontró en su cajón de ropa del pasado, entre estas cosas una playera blanca, una falda rosa y unas bragas del pasado las cuales eran muy infantiles pues tenían muchos ositos en ellas, no tenía otra opción y decidió ponerse esa ropa.
De camino al hospital no hicieron mucho tiempo, Papi llegó muy rápido y de ahí entraron a la sala de estar, enseguida llegó una enfermera por la pequeña y la llevo, dado a qué Papi no podía entrar y conocía como podía ser Mar a veces, le dijo a la enfermera lo siguiente:
-Disculpe, si Mar se porta mal adentro, tiene mi entera autorización de nalguearla como castigo si se porta mal adentro.
A lo que la enfermera contesto:
-Está bien, no se preocupe, si llega a ser traviesa yo misma la podré sobre mis rodillas, pero estoy segura de que será buena niña.
Ellas entraron juntas y se dirigieron a una cuarto donde ponen las vacunas, era un lugar cerrado con una camilla para recostarse, la enfermera le pidió que se recostara, subiera su falda y bajara sus bragas para aplicar la vacuna, Mar sorprendida porque sería en su nalguita y ella llevaba unas bragas muy vergonzosas dijo:
-Disculpe, ¿está vacuna no va en el brazo?
Y ella respondió:
-Si, pero está es la manera de aplicarla aquí, así que recuestate.
Ella pensando que sería muy vergonzoso que la vieran con unas bragas más pequeñas porque eran de tiempo atrás y además de ositos decidió salir de ahí e ir con Papi diciendo que ya se la habían aplicado, en lo que ella se dio la vuelta salió de la habitación y se fue, el error había fue que rápidamente dieron el aviso que la enfermera la estaba buscando y no pudo salir con Papi, así que decidió esconderse en un cuarto, esto le duró poco pues un camillero alcanzó a verla y dio aviso, a lo que la enfermera rápidamente acudió al cuarto y la encontró debajo de la cama escondida.
Ella rápidamente la levando y tomo de la oreja, acercó una silla que estaba ahí, se sentó y dijo:
-Pensaste que te ibas a librar de mí, pero no, aquí nadie se salva y, ya que tu Papi me dio permiso de castigarte lo haré.
Ella la tomo del brazo y la tumbó en sus rodillas, Mar al ver que su fuerza era mayor no hizo más que dejarse llevar, rápidamente la enfermera levanto su falda y dejo ver las apretadas bragas de ositos que llevaba, levanto su mano y empezó a nalguearla.
PLAZ, PLAZ, PLAZ, PLAZ, PLAZ, PLAZ, se escuchaban las nalgadas que recibía la pequeña Mar en las rodillas de la enfermera, que a pesar de todo tenía mucha fuerza, ya que rápidamente sus nalguitas comenzaron a tornarse muy rojas y ardientes. Después de un rato sus nalguitas comenzaron a arder más, pues las nalgadas con la mano eran cada vez más fuertes, así que aparte del sonido de las nalgadas cayendo, se oían pequeños gemidos y sollozos de Mar:
-¡Auch, me duele, me portaré bien lo prometo, Auch, mis nalguitas, me duelen Auch!
A lo que como respuesta la enfermera bajo sus bragas de ositos y las dejo en sus rodillas, dejándola sin nada que cubriera sus ahora rojas nalguitas, PLAZ, PLAZ, PLAZ, PLAZ, PLAZ, PLAZ, el castigo era diferente a los que recibía de Papi, pues él por lo regular hablaba en todo momento mientras nalgueada y la enfermera no decía ni una palabra, solo nalgueada al mismo ritmo y con una fuerza que cada vez subía, sus nalguitas ya brillaban en ese momento de un color tomate muy fuerte, así duro dándole sus últimas nalgadas y de repente paro, la tomo de la cintura y la puso de pie, ella quiso subirse sus bragas, pero ella no le permitió, a tomo de la oreja y la coloco en la esquina con las manos en la cabeza y ella si nada que tapara sus rojas y ardientes nalguitas. Ella salió, pero regreso con la vacuna, en esa posición la aplicó y sin ningún problema dijo:
-Así de rápido era, te hubieras ahorrado un castigo, pero niñas traviesas como no pueden ahorrarse las nalgadas, sube tus bragas acomoda tu falda y te espero afuera.
Muy lentamente subió sus bragas y salió, se encontró con la enfermera y la llevo con Papi, a lo que él al verlas pregunto:
-Se han tardado mucho, ¿le ha dado problemas enfermera?
Y ella respondió:
-Si, se ha ido antes de la vacuna y se ha escondido, pusimos la vacuna y tuve que nalguearla con la mano.
A lo que él respondió:
-Muchas gracias por decirme, normalmente en casa la nalgueo con su tabla, muchas gracias enfermera, llegando a casa recibirá la otra parte de su castigo.
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Papi y Ella
RomanceHabía una vez una niña muy mal portada llamada Mar, la cual tenía un Papi muy estricto el cuál siempre que tenía la oportunidad la disciplinaba para que fuera una excelente persona, su castigo preferido eran las nalgadas. Los personajes que aquí apa...