Capítulo 07

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Sábado 25 de Octubre

Apartado al dominio de la hacienda se encontraba el recinto 'Jurefgt' (Juicio final), un domo cuyo propósito era ser la sede donde se realizaba la subasta. A comparación con la hacienda, esta era un área de mayor tamaño debido a los prospectos y adecuaciones para la comodidad de los selectores.

Gran variedad de personas ingresaba por la puerta principal, desde quienes ocupaban un puesto en la aristocracia hasta quienes estaban acomodadas en sociedad e incluso los pertenecientes a las mafias.

Apartado al salón principal, dentro de los camerinos especiales, las jóvenes se terminaban de embellecer para salir al escenario.

Belsae: ¡Rápido señoritas, estamos en contra del tiempo! — recordaba a las jóvenes apenas ingresaba al camerino y veía que no estaban presentables. Al parecer tres horas no eran suficientes para ellas — Que sean las últimas en presentarse no significa que tengan el derecho a retrasarse. La decisión de los selectores no cambiará por mucho que se arreglen. ¡¿Qué esperan?!.

Dando últimos toques a su vestuario y maquillaje, las jóvenes a su cuidado se acercaron. Camino a las escaleras del escenario se encontraron a sus demás compañeras acompañadas de las otras cuidadoras. Acomodadas según orden de salida, y con tiempo finalizado, se procedió dar inicio a la subasta.

Días previos se realizó brevemente un ensayo, y aunque solo era caminar al centro del escenario con sus mejores indumentarias al presentarlas, serían inevitables los nervios cuando llegase el momento.

Y así sucedía...

La primera en salir, Dacia, quien se veía serena, moría de nervios por dentro, tanto que unas cuantas gotas de sudor se deslizaron levemente del cabello pasando la línea de su rostro. Debía agradecer la distancia entre los selectores y el escenario. Sus nervios se calmaron al instante tras escuchar el clink acompañado a la cantidad de números visualizados en una pantalla respectiva. Pronto, otras pantallas se encendieron, y así continuó hasta que se dio un veredicto.

— Dacia, por el número 37 — anunció la voz a través del parlante. Y con eso, se retiró del escenario aliviada. No fue hasta que estuvo detrás del escenario que se dejó caer de rodillas y por fin pudo respirar.

Lágrimas cayeron por su rostro. Eran de felicidad. Estaba agradecida con el cielo, con Kaldum, puesto que ella no creía ser elegida. Ella fue la primera en salir, y no por ser destacada entre todas, contrario, ella fue la última en el sistema impuesto.

Una por una fueron saliendo, siendo un martirio apenas llegaban al centro del escenario, pero un alivio apenas veían los números en las pantallas, y regreso del alma al cuerpo cuando anunciaban que fueron seleccionadas, o en este caso, compradas. 

Con la última joven saliendo del escenario, regresaron a la hacienda por sus pertenencias.

Ayai: ¿Listas, señoritas? — cuestionó su cuidadora al ingresar — Esperan abajo.

Teniendo maletas en mano y carteras en el hombro, se acercaron sonrientes a su cuidadora. Ella miró a cada una un momento, queriendo grabarse sus rostros, como hizo con sus previas pupilas desde que ocupó ese cargo.

Ayai: Despidanse. Las espero abajo.

Y con esas palabras, se retiró.

Las cuatro compañeras se abrazaron la una a la otra, deseando lo mejor, ya que no sabían que serían de ellas ni a donde llegarían a parar, pero tenían la esperanza que fuera algo bueno.

Cruzaron la puerta de la habitación, y antes de seguir a su grupo, May volteó a ver lo que durante su estadía de un poco mas de año y medio, en instantes ya no sería mas su habitación.

YO NO DESEE ESTA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora