"Bad bad liar".-Sterek.

Cinco

–¿Aceptas a Ken como tu esposo para cuidarlo y amarlo en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?.

Derek parpadea lentamente. Siente su corazón latiendo con fuerza contra su pecho, puede sentir el peso del collar que le entregó Ken cuando se encontraron en el pasillo. 

Debería haberle dicho la verdad en aquel momento. Pero Ken estaba demasiado apurado y exaltado, solo había llegado a trompicones para luego darle un beso y ponerle el collar. 

Cuando Derek había intentado llamarlo para hablar, el chico había dicho que era de mala suerte verse ya vestidos para la boda. 

Idiota. Habían hecho precisamente eso. Pero Hale no discutiría. 

Entonces allí está, a punto de plantar a alguien bueno en el altar. Pero, en defensa de Hale, lo hace porque no va a soportar una sola vez más repitiendo ese día. 

Ni morir por algo más extraño, como una ballena o un tiburón. 

La magia era muy creativa cuando quería. 

Derek contiene la respiración por un momento mientras se gira para enfrentar a Ken. Luego desliza una rápida mirada hacia las bancas de la iglesia. 

–¿Joven Hale?.

–No acepto.–Hay jadeos en la sala y, en el fondo, Derek puede escuchar un par de vitoreos.  Está seguro de que se trata de Erica y Cora, las muy desgraciadas.

Ken lo está mirando con furia, sus ojos brillando rojos.–¿Acabas de decir que no?.

–Si, acabo de decir que no.–Asiente, sintiendo su pecho un poco más liviano.-Nunca debí estar contigo. Lo siento mucho, me gustaría haberlo dicho antes pero...mi madre tenía esa estúpida creencia de que debíamos estar juntos para que las manadas no se enfrentaran.-Eleva sus hombros y toma la mano del hombre.-y yo estaba demasiado cómodo con alguien más arreglando mi vida por mi. 

Recibe un golpe de puño por parte del rubio. 

-¡Eres un idiota, Derek!

La manada de Ken, luego de eso, comienza a intentar atacar a la manada Hale. 

Bancos, pastel de bodas y flores son aventados hacia los adversarios. Hay garras y colmillos de por medio.

Jesús. Bonita boda. 

Aún así, a través de las personas y las peleas, Hale puede ver a Stilinski sonriendo ampliamente. 

(...)

Hay un suave golpe en la puerta de la habitación de Derek. El peli-negro lo ignora, manteniendo sus ojos cerrados y murmurando una suave maldición. 

Sus padres estaban furiosos. Su alfa tenía razón, había sido un imbécil por seguir aquella relación hasta ese punto, pero en defensa de Derek, él nunca fue bueno tomando decisiones para en su vida. Y su madre amaba tomar decisiones por él. 

Así que allí estaba, con sus padres molestos con él, sin hablarle. Cora y Peter eran los únicos que se animaban a bromear con la situación. 

–Cora, déjame en paz. No es gracioso.–Murmura cuando hay un nuevo par de golpes en la puerta. Esta se abre un par de segundos después, sin importar las quejas por parte del peli-negro.