Harry seguía riendo mientras se unía a Louis, aunque ambos se movían con rigidez. Harry le rodeó con un brazo por los hombros y apretó. Louis todavía se estaba acostumbrando a ser capaz de hacerlo sin temor a ser visto.
La caseta de bombeo era simplemente una vieja choza de adobe y madera, parcheada una y otra vez con los años, también había marcas del antiguo manantial y rastros de los grupos de turistas.
Harrison los llevó a través de los acontecimientos de la mañana que le habían disparado. Había sido justo después del amanecer y había estado montando, como decía, para comprobar el área del problema en el momento del problema.
Había visto un vehículo estacionado al lado de la caseta de bombeo y había ido a investigar. No estaban lejos de la carretera principal y como sospechaba que la mayor parte del allanamiento eran sólo niños montando jaleo, había asumido que alguien había salido de la carretera y se había quedado atascado, una avería o incluso había chocado contra el edificio antiguo y estado herido.
Cuando se acercó, sin embargo, había visto que el camión estaba en punto muerto, una gran lona cubría las barras antivuelco traseras. A continuación, el conductor había disparado contra él.
Había tenido suerte de escapar con sólo un agujero de bala, se ató a la silla antes de desmayarse por la pérdida de sangre. El caballo le había llevado a casa.
Louis estaba indeciblemente impresionado con el padre de Harry. Ahora sabía de donde le venía a Harry.
Cuando alguien volvió por aquí, quien quiera que lo había hecho ya se había largado. El lugar había sido pisoteado con vehículos de la policía, caballos y huellas. Louis contempló la escena, sacudiendo la cabeza. Era desalentador. Ahora realmente deseaba que Harry no se hubiera jactado de sus habilidades de rastreo.
—¿Qué piensas? —Preguntó Harry, en voz baja—. ¿Crees que puedes descubrir algo?
—No lo sé, Harry. Quiero decir… ha sido horneado al sol durante dos semanas. La escena ha sido alterada por todo tipo de cosas. No estoy seguro de poder recrear lo que pasó, aún sabiendo cómo fue por la declaración de tu padre.
Harry le cogió la mano y agachó la cabeza para que Louis pudiera mirarlo a los ojos.
—¿Quieres probar? Por favor.
Louis le miró fijamente, cautivo. Harry raramente sacaba los ojos de conejo de dibujos animados, funcionaba cada vez que lo hacía. Maldito sea.
—Por supuesto, Harry —susurró. Apretó la mano de Harry—. Sólo… no te hagas ilusiones, ¿de acuerdo?
Harry asintió, con aspecto complacido cuando soltó la mano de Louis.
Éste resopló. Primero se dirigió a la caseta de bombeo, tomándose su tiempo mientras el sol caía a plomo sobre sus hombros y las olas de calor brillaban a lo lejos. Se quitó la camisa, dejando la fina camiseta de debajo para protegerlo del sol.
Le llevó casi media hora recorrer toda la escena. Era consciente de los demás cada vez más inquietos, tendidos a la búsqueda de sombra, refunfuñando, echando una siesta. Apartó todo eso, tratando de concentrarse en los fragmentos de evidencia que pudo encontrar en la arena y arbustos.
Por fin, los otros perdieron la paciencia con él.
—¿Cuál es la noticia, Tomlinson? —gritó Joe.
Louis hizo una mueca y se limpió la nuca con el pañuelo que llevaba.
—Un coche estuvo aparcado aquí, al lado de la caseta de bombeo. Estuvo varias horas. —Se inclinó con una bolsa de plástico en la mano y recogió una colilla. Había varias cerca, contando la historia de alguien esperando allí—. Era un vehículo de tracción en las cuatro ruedas, un camión o posiblemente un SUV.
—Sí, gracias Sherlock, lo sabemos por lo que Harry dijo –se quejó Ronnie.
Louis asintió, imperturbable.
—Había tres hombres, y después de que aparcaran, dos fueron por ahí, hacia la cerca perimetral. —Señaló la gran valla, ingeniosamente camuflada que lindaba con el Rancho Carte-Styles y el Santuario Roaring Springs.
Todo el grupo miró a lo lejos. La valla estaba a unos tres kilómetros de distancia, a través de colinas y llanuras engañosas. No era extraño que los tiradores hubieran aparcado tan lejos si su objetivo era el santuario; a partir de aquí la tierra no era transitable para vehículos.
