Hace 3 meses en la habitación de Sonia.
-Sonia, ya no me cuentas nada. Siento que me evitas. Desde que me fui todos los fines de semana a jugar los partidos con el fútbol, te noto distante, no sé que te pasa, no sé que nos está pasando.
- No lo sé Javi, no sé que hacer. Estoy yo rara conmigo misma, y lo pago con los demás. Llámame loca, pero es que creo que hice mal en salir contigo, o no lo sé, de verdad que no lo sé.
-¿Qué dices Sonia?. Me dijiste que me querías, y ahora después de 10 meses contigo, ¿me vienes con estas? He dejado toda mi vida en España, por ti. Dime si he hecho algo, dímelo, por favor.
- Bueno, verás. Estoy muy alterada. Creo que echo de menos a Sergio. Que fuimos demasiado rápidos, o es que no sé, Javi. Creo que lo mejor será cortar. Darnos un espacio, quiero tomarme mi espacio. Mi espacio para ver que es sentirse sola, no tener nadie que te mime, que te de besos, que te diga que "te quiere", quiero aclararme mis sentimientos hacia ti, hacia todo en general.
Javi se pone pálido, y no encuentra palabras adecuadas para hablar. Le dice a Sonia que si tiene algo más que decir, que lo diga ya, que no aguanta más, que quiero coger las maletas y salir huyendo de aquella casa donde tantos y tantos momentos habían pasado juntos en 10 meses.
-Verás, sé que has conocido a una chica, a Elisabeth , me han contado cosas que no sé si son verdad o no, pero no, ahora no quiero que me digas nada. Quiero que te vayas, que te aclares tus sentimientos, y que yo me aclare los míos. Adios Javi. Si el destino quiere, nos volveremos a ver.
- PERO QUÉ COJONES, ¿ DE DÓNDE HAS SACADO ESO?. Sí, he conocido a Elisabeth. Es la hija de mi entrenador, tiene 21 años, y no tengo nada con ella. Ni siquiera me gusta, no sé porqué haces esto, pero creo que estás agobiada y las cosas no nos van bien... Lo mejor será dejarnos ir.
- ¡NI QUE HAGO NI MIERDAS!- dice algo frustada . Venga, vete, coge las maletas y vete. Si algún día quieres saber de mí, sólo tienes que mandar un WhatsApp como lo haces con todas.
Javi no entiende nada, pero decide pasar del tema, que el tiempo ponga cada cosa en su lugar, y que todo se suavice. Se despiden con dos besos y salen de la casa.
Aquel mismo día, dos horas más tarde.
Sonia se dispone a darse una ducha tranquilizante y le pide a Marta y a Ricki, que no quiere hablar con nadie, que la dejen sola hablando con sus sentimientos. Y así hacen.
Deciden ir a ver el museo de cera, las entradas aquel día estaban más baratas, y en los 10 meses que llevan ahí, nunca lo han visitado. Cogen las llaves y se marchan. Mientras Sonia se queda ahí, tumbada en la cama, viendo como pasa el tiempo, y sus lágrimas caen más fuerte que el granizo.
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Entre idas y venidas.
RomansaSegunda parte de mi primera obra: 'Simplemente, sonríe '. Marta y Ricki, oyen gritos en la habitación de Sonia cuando terminan de hablar. Aquellos gritos proceden de una ruptura entre Sonia y Javi, una ruptura que dará mucho de que hablar. Muchos ac...