Prólogo

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Quiero tener sexo

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Quiero tener sexo.

Listo, ya que tengo la atención de varios puedo contar mi historia.

La historia de Robert Alcanzar.

Verán como un chico abiertamente gay no soy muy diferente a otro chico en el mundo. Crecí con una familia común: padre, madre y una hermana menor por un año. Hasta ahora todo normal.

Solo que una cualidad mía, es que crecía con demasiadas películas, en serio en el ático hay mínimo unos 200 DVD de películas. Obviamente piratas, ¿por qué? Pues porque está muy caro comprar una película original, mejor era comprar una película por un dólar e incluso era mejor las que venían 6 películas en un solo disco; esas eran mis favoritas.

Volviendo al tema, desde los 4 años, mi madre para tranquilizar mi actitud desenfrenada, me sentó en la sala, prendió la televisión, puso un disco de la película de la Bella y la bestia y listo. Me tenía hipnotizado por una hora y veinticuatro minutos. Lo que mi madre no sabía es que esa acción que pensó que la libraría del estrés y así cuidar a mi hermana. Solo crearía un monstruo adicto a las películas hasta el día de hoy.

Desde entonces mi madre gastaba cada dólar en una película pirata nueva, solo para tenerme sentado en la sala haciendo absolutamente nada, solo teniendo mis retinas en la pantalla hasta que mi vista ardiera.

Así fue por tres años en donde casi siempre eran películas de Disney en donde más musicales tenía, más me iba a encantar, aún recuerdo ver Mulán y aparte de reírme de los chistes de Mushu, me puse a cantar Hombres de Acción Serán Hoy cada vez que ponía la película. Me concentraba en esa parte para cantar e incluso una vez en mi práctica de canto intente hacer un salto al estilo Mulán y lance mi zapatilla hacia una ventana, rompiéndola al instante. Pero en vez de recibir un fuerte grito o un castigo tan grande que sería el final de mis tardes de películas. Recibí una propuesta de parte de mi padre.

Clases de danza y canto.

No es porque viera mi talento para el canto, que era mínimo, mucho menos que mi patada fuera de nivel de Broadway. Si no que mi hermana que en ese tiempo tenía 6 años, quiso ir a esas clases, solo que era tan penosa que incluso el primer día se la pasó escondiéndose de la pena. Ahí entre yo, si no quería sufrir un castigo fuerte, tenía que ir con ella y practicar en las clases. Se notaba que, si iba, mis padres solo verían ventajas, mi hermana no estaría sola, yo estaría distraído y la casa no habría niños que cuidar.

Acepte solo para conservar mis películas.

Las clases eran divertidas, aunque usar mallas y un traje de cuerpo completo no era lo que más me gustaba. Eso sí, me gustaba que practicamos con canciones de películas de Disney, así que era como estar en la sala, solo que con más espacio para cantar y bailar y unas doce niñas a mi lado.

Yo pensaba que solo estaría unas semanas en esas clases, pero terminé yendo dos años. En ese tiempo mi hermana no destacó demasiado, casi nunca lograba tener el protagónico, aunque, si era lo suficiente buena para ser la suplente del protagónico. Caso contrario conmigo, yo era considerado el mejor de los chicos.

25 Clichés para conseguir al chico de mis sueños (Boys Love) [ACTUALIZANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora