9. Cliché #7: Conflictos

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Si ya tengo molestias por ir temprano al gimnasio con Cecilia, entonces ni les hablo del enojo que tengo por levantarme temprano en el día libre de clases

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Si ya tengo molestias por ir temprano al gimnasio con Cecilia, entonces ni les hablo del enojo que tengo por levantarme temprano en el día libre de clases. ¿Saben lo difícil que es tener un feriado? En el colegio había feriados casi cada tres semanas, pero ahora en la universidad siento que los feriados son como los pokémons shiny; muy raros de encontrar. Lo bueno, es que no tuve que despertarme cuando ni salía el sol, pude dormir un poco más, pero igual no podía librarme de las llamadas de Neil.

Neil no es la persona más charlatana del mundo, prefiere vivir la vida con silencio infinito antes que ser como yo, es decir, no cerrar la maldita boca. Para él le funciona y ya estoy acostumbrado a ser siempre yo el que habla y él es el callado. Pero cuando se trata de Cecilia la cosa cambia. Es como si mi amigo se fuera para volverse Sebastián (segundo nombre de Neil) el chico que le pregunta cómo estuvo su día a la chica de su corazón. Es tierno, no voy a mentir. Solo por eso acepté acompañarlo al centro comercial, apenas abrieran y comprar todo lo necesario para una cita romántica en su casa.

La mayoría de los ingresos eran ancianos acompañados por sus nietos y uno que otro rarito que venía al centro comercial en sandalias. Casi no hay nada abierto, solo el supermercado que justo es la primera parada. Tomamos un carrito y mientras él lo empujaba por todo el lugar en busca de las cosas necesarias, yo tomo una de las revistas y como estaba abierta, me pongo a chequear su contenido.

—¿Te traje para que me ayudaras o para que supieras que dice tu horóscopo? —Neil se detuvo en la zona de pastas.

—Calla, quiero ver qué dice sobre los escorpios... ¿En serio?... ¿Debe ser mentira?... no puedo creerlo.

—¿Qué?

—Dice que los escorpios deberían estar descansando en cama y no como abuelas en el supermercado.

Neil pone los ojos en blanco mientras mi sonrisa es cubierta por la revista.

—Si ibas a venir para quejarte cada minuto, era mejor que no me acompañes.

—Oh, vamos —le apreté la mejilla a Neil—. No te pongas gruñoncito, solo estoy jugando... y te recomiendo que lleves el penne, es el favorito de Cecilia.

Espero que no tengan cinco años y se hayan reído porque una pasta se llama igual que el aparato reproductor masculino. Porque si fue así, espero que me hagan espacio, no puedo aguantar la risa cuando Neil puso de nuevo los ojos en blanco y sus mejillas se bañaron en un ligero color carmesí. A regañadientes pone la funda de penne en el carrito.

Es por eso que estoy aquí, no para hablar de penne, sino porque yo soy amigo de Cecilia, por no decir que soy su mejor amigo. Por lo que conozco en mayoría las cosas que le gustan y no le gustan. ¿Y Neil, cómo su novio, no debería saber eso? Pues obvio que lo sabe, pero el muy baboso suele ser como... ¿Decirlo de manera linda?... un reverendo pendejo. Porque en su mente piensa así: ¿Por qué llevar penne? Ya debe de comer mucho de eso en casa. Mejor le llevo pasta cabello de ángel, aunque no sé cocinarla y pueda quemar la cocina, lo llevaré. Como novio quiero ser original y romántico, blah, blah, blah. Por lo que necesita mi ayuda para centrarse y no comprar cosas de las que luego se arrepienta.

25 Clichés para conseguir al chico de mis sueños (Boys Love) [ACTUALIZANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora