Capitulo 3, Viaje a lo desconocido

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Ana se despertó temprano aquella mañana, con el suave resplandor del amanecer filtrándose por la ventana. Con los ojos aún medio cerrados, se estiró como un gato perezoso y se dirigió al baño. Estaba en esa fase del día en la que aún no sabes muy bien quién eres ni qué estás haciendo, pero eso no le impidió notar algo extraño en el ambiente.

De repente, un sonido familiar la sacó de su somnolencia. ¿Era... Katy Perry?

Frunció el ceño, tratando de ubicar de dónde venía la música. Se acercó en silencio al baño, y justo antes de abrir la puerta, escuchó el estribillo de Firework a todo volumen. Lo que encontró al otro lado la dejó sin palabras.

Frente al espejo, Kelly, vestida con la chaqueta del chándal del equipo (probablemente lo primero que había encontrado), estaba montando un espectáculo digno de los Grammy. Con una sonrisa que podría iluminar una ciudad entera, Kelly cantaba a pleno pulmón mientras se hacía una coleta, dramatizando cada palabra de la canción como si estuviera en su propio concierto.

Do you ever feel like a plastic bag, drifting through the wind, wanting to start again? —cantaba Kelly, levantando los brazos al ritmo de la música, cerrando los ojos y girando sobre sí misma como si fuera la mismísima Katy Perry reencarnada.

Ana se quedó plantada en la puerta, con la boca entreabierta, observando cómo su hermana – o bueno, lo que quedaba de Iván – hacía una coreografía improvisada. Los movimientos eran tan exagerados que parecían haber sido sacados de un concurso de "karaoke extremo", y lo peor (o lo mejor, según se viera) es que Kelly lo hacía con total entrega.

Se llevó una mano a la cara, conteniendo la risa. ¿Qué ha pasado aquí? pensó, incrédula. ¡Kelly estaba... contenta! Y no solo eso, ¡feliz! Como si se hubiera olvidado de que, hace poco, estaba quejándose de ser una chica. Y ahora, ahí estaba, dándolo todo con Katy Perry, como si siempre hubiera soñado con hacer una gira mundial.

Kelly terminó el estribillo con un dramático golpe de cadera y, justo antes de que Ana pudiera decir algo, se giró y la vio en la puerta.

—¡Oh, my God, Ana! —exclamó Kelly, tan emocionada como si acabara de descubrir a su primera fan—. ¿Has visto eso? ¡Estoy on fire!

Ana soltó una carcajada, finalmente incapaz de contenerse.

—Sí, hermanita... literalmente —respondió Ana, secándose una lágrima de risa—. Solo que, ¿desde cuándo eres la que canta Firework por la mañana?

Kelly se detuvo un segundo, pensativa, y luego, con un brillo travieso en los ojos, respondió:

—No lo sé... pero esto me encanta.

Y la rubia  soltó una risotada mientras hacía un giro exagerado, como si estuviera en la gran final de "La Voz"

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Y la rubia soltó una risotada mientras hacía un giro exagerado, como si estuviera en la gran final de "La Voz". El peine seguía siendo su micrófono improvisado, y su coleta, que se balanceaba de un lado a otro con cada movimiento dramático, parecía tener vida propia.

La jugadora Número  10 (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora