Pregúntele si estaba temiendo como un loco por su vida, su respuesta sería sí.
Sus nervios estaban a flor de piel, estaba nervioso y bendijo a cualquier ser todopoderoso que le estaba ayudando a no demostrar su evidente situación. Ya que, ¡Tenía al maldito Rey delante suyo gritándole a los guardias!
¿Cuál era la razón?
¡Que el príncipe menor estaba supuestamente desaparecido!
Tan solo recordar que su supuesta desaparición no era como tal, le hizo maldecir a su mejor amigo en voz baja, que de mejor, ya no le quedaba nada.
Seguramente el maldito tritón estaba gozando de ver o apreciar al tonto humano que lo cautiva furtivamente, pues aquel quizá no era consciente de lo que estaba causando en lo más profundo de los ostentosos mares. No sabía que el Rey estaba enojado de que su hijo haya desaparecido de la cena especial que había organizado y que no haya vuelto en toda la mañana y lo que lleva de la tarde.
—Jimin —lo llamaron con una voz grave e inmediatamente supo reconocer de quién era, por ello dirigió su mirada hacia quién lo llamo. Entonces, tragó grueso al conectar miradas—. Ven aquí —ordenó.
El pelinaranja ni siquiera lo pensó y nado hacia el Rey, realizó una pequeña venia y lo miró.
—Dígame, majestad —dijo.
—Sabes que no me gustan las mentiras —comenzó y Jimin asintió lento—, y que si alguien comete una mentira de cierta gravedad, tendrá una severa consecuencia. ¿Lo sabes? ¿Verdad?
—Sí, majestad —afirmó el pelinaranja, rehuyendo de la mirada del Rey.
—Muy bien, ahora quiero que me mires a los ojos y me digas todo lo que sabes, no me puedes mentir, eres el mejor amigo de Taehyung y debes saber dónde está, seguramente él te lo dijo —remarcó, dedicándole una mirada un tanto intimidante al joven pelinaranja—. ¿Dónde está Taehyung?
A pesar de que Jimin había dicho todo lo que sabía -omitiendo ciertas partes-, el Rey le seguía cuestionando el paradero del príncipe, podía decirle nuevamente lo que ya le había informado cuando él se lo pidió en un principio, pero agregando las razones y hacia donde específicamente. Sin embargo, confiaba en que Taehyung regresaría antes del anochecer y si no, él saldría a buscarlo y obligarlo a regresar al palacio, aún así tuviera que jalar de su cola o piernas, en cualquier forma que estuviese, pero de que regresaba hoy, regresaba.
Él no puede seguir mintiendo más al Rey de la forma en que lo está haciendo.
Así que en contra de las leyes y reglas del reino, y sobretodo, sus principios, volvió a mentir, o bueno, a omitir ciertos detalles...
Jimin miró al Rey de una forma que estaba seguro le creería, y contestó:
—Majestad, lamento informarle que no tengo idea sobre el paradero del príncipe Taehyung, él solo me pidió inventar excusas y cubrirlo en la noche, solo sé que salió nadando hacia una costa pero no dijo cuál. Lo mismo que le notifique en la mañana, lo siento, es todo lo que sé —expresó, reteniendo el suspiro que quería salir de él.
El Rey lo inspeccionó unos momentos, con la intención de ver algún movimiento o comportamiento que le indicará que el chico le estaba mintiendo, conocía a Jimin, sabe que ha sido muchas veces la tapadera de su hijo; sin embargo, no encontró algo que le dijera que Jimin había mentido, todo lo contrario, que indicaba que había dicho la verdad y no había más que insistir.
El bufó por la nariz, liberando unas pequeñas burbujitas por el aire liberado. Se dio la vuelta y miró a sus guardias que aún permanecían quietos y atentos a cualquier orden.
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tied to the sea ✧ | kooktae |
CasualeEn medio de las oscuras y violentas olas que el profundo mar causaba, unos ojos curiosos observaban al hombre que solía cantar noche tras noche a la hermosa luna brillante, quién cuyo sujeto no fue conocedor de lo que su canto había provocado, habie...