Ya era más de tarde, el hermosos peinado que su madre le había hecho de había desecho, la lluvia había parado, quedando tan solo sus sobrar en una delicada llovizna, pero eso no le importaba para nada al pequeño Shiota, no le importaba resfriarse por estar bajo la lluvia, menos le importaba quedar con todo el maquillaje corrido, y muchísimo menos le importaba que se arruinarse aquel vestido costoso que su madre le había comprado ahora esa ocasión, lo único que quería era poder desahogarse y quitarse aquel aroma cítrico del cuerpo. Y no era que el alfa con quien tuvo su "cita" haya sido una mierda andante, al contrario le trato muy bien, pero simplemente no era la persona que quería a su lado, al menos no en esos momentos, tan sólo quería estar rodeado de aquel aroma a frutillas que tanto le gustaba, y le producía una felicidad incalculable.
—Karma... -Susurró como si estuviera rogándole a su alfa que fuera a buscarle, haciendo uso de una voz propia de un omega en peligro.
Sin embargo le dolía, le dolía saber que no importase cuanto le llamase este no vendría, no hay forma de que un omega respondiera al llamado de otro omega, y aunque lo sabía muy bien su lobo lo quiso intentar de igual manera, y no perdió nada, porque de la nada aquel aroma a frutillas que tanto estaba esperando se colo en sus fosas nasales; levantó su cabeza de inmediato, sin importarle que le viera en aquel estado tan deplorable.
El paraguas del contrario se había colocado sobre su cuerpo sin que siquiera se hubiera dado cuenta, cubriéndolo de la lluvia.
—¿Qué hace la princesa tan lejos de su castillo?- le preguntó con un tono bromista con el fin de poder sacarle una sonrisa a Nagisa, no le gustaba verle de aquella forma tan deplorable, pero lo que menos se esperaba era que el pequeño se tirase hacia sus brazos, aferrándose a su cuello es búsqueda de de que el alfa le consolase.
Karma no supo que decir, tan sólo atino con su mano libre a abrazarle, soltando un poco de su aroma sabiendo que no lograría nada, no era el alfa que Shiota Nagisa necesitaba y no había forma de cambiar aquello bajo ninguna circunstancia, no podía dejar de ser un omega aunque lo quisiera.
—Pobre princesa, ¿Te gustaría una porción de torta?-
Shiota asintió sin despegarse de Akabane, comenzando a caminar juntos hasta un puesto de crepas cercano a donde estaban, pidiéndole una crepa dulce con frutillas y chocolate. Todo quien los vieran pensarían que eran una pareja, pero la verdad es que solo eran buenos amigos.
—Ten, vamos a casa Nagisa-kun-
Le entrego la crepa, y ambos comenzaron a caminar rumbo a la casa de Karma, siendo observados a la distancia.
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¿Alguna vez dije que me gusta el drama?
Pues si no lo he hecho, ahora lo hago.Y aunque con algo de demora la historia ya tiene una nueva actualización ♡
Por cierto, he de decir que de igual forma tampoco le queda mucho, puesto que la tengo pensada como una historia corta.
¿Se hacen una idea de cómo puede llegar a terminar?
Hasta la próxima ~
Mimi☆
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Entre frutillas y arándanos
FanfictionAmbos omegas diferentes en todos los aspectos, uno un dulce olor a arándanos bañados en la más dulce miel, un cuerpo tan frágil que hasta con un suave soplido se podría romper; y el otro siendo confundido por un alfa, a causa de su carácter fuerte y...