Bad Dream

Comienzo

Usualmente nacer dentro de una secta era algo mucho más fácil para cualquier niño -pertenecías a un lugar incluso antes de tu propio nacimiento- pero nacer dentro de una de las cinco grandes te aseguraba de por si una buena posición donde fueras -La secta siempre tendría mucho que decir sobre eso- solo debías ser cordial y seguir las reglas, no hacerles perder cara por algo banal, le vida era fácil ¿No? Pero nacer dentro de GusuLan.. Las cosas podían ser un tanto diferentes.

Para Lan Zhan las cosas nunca fueron fáciles, el dolor fue de lo primero que aprendió incluso antes de poder hablar, incluso antes de saber que es lo que estaba sucediendo en su entorno ¿Por qué sus padres estaban separados? ¿Por qué solo se le permitía ver a su madre una vez al mes? ¿Por qué debía quedarse a cargo de su tío? ¿Por qué..?

Ser hijo de QingHeng-Jun junto a una discípula fue realmente comentado en todos lados, sobre todo cuando ella -quien dejo de tener un nombre propio- paso a ser Madame Lan y quedarse dentro de su propia casa -el Jingshi- permitiendo que sus propios hijos solo pudieran verla una vez al mes -siquiera fuera el día completo-

No recordaba realmente cuando comenzó pero ansiaba cada vez que llegaba la fecha para poder verla, le gustaba estar entre los brazos de su madre, le gustaba saber que para ella seguía siendo "A-Zhan" a pesar de que para el resto era el segundo joven maestro Lan, e incluso para su propio hermano su nombre dejo de ser algo pronunciado para pasar a ser "WangJi" su nombre de cortesía como se supone que debía ser tratado -los ancianos estuvieron tan alegres cuando su nombre fue elegido-. Le gustaba pensar que dentro del Jingshi las cosas serían diferentes, que un día su madre al fin podría dar cara para ir con ellos y pelear por lo que alguna vez fue arrebatado.

Le gustaba pensar que la vida podía ser fácil.

Cuando tenía seis las puertas del Jingshi dejaron de abrirse para él, entonces A-Zhan dejó de existir completamente para ser WangJi ¿Por qué todo el peso tenía que caer sobre sus hombros? Recordaba bien que veía a sus primos y al resto de niños del clan jugando fuera -en su tiempo libre- mientras que el se mantenía en el pabellón de la biblioteca estudiando o incluso en otras clases ¿Eran necesarias? Sentía algunas veces que si bien no hubiera jugado sería mucho más feliz viéndolos correr de cerca y no cuando algún maestro no miraba, le hubiera gustado siquiera hacer algún amigo con quien poder comentar sus cosas, no solo recibir miradas de burla y desprecio.

"Joven amo Lan"

El sobrenombre llegó antes de que se hubiera dado cuenta ¿por qué lo molestaban? él no solía meterse con nadie del lugar, de hecho ni siquiera hablaba la mayoría del tiempo ¿Para que provocarlo? Jamás pudo defenderse de ello porque no podía hacer a su tío perder cara, no podía simplemente ponerse a pelear porque el castigo sería peor -siempre era peor- Su hermano solo le decía que no les hiciera caso, que eran niños y que debían madurar con el tiempo ¿Por qué el no tuvo de ese tiempo?

Con el paso de los años se dio cuenta que para su Clan realmente no era importante lo que el pensara, no se suponía que tenía una mente propia, era lo que ellos habían querido que fuera, lo amoldaron de tal manera que poder lograr algo por su propia cuenta sería un milagro ¿Para que negarlo? Ser así era todo lo que conocía, era servicial para el resto, era amable cuando incluso solo quería rodar los ojos e irse, tenía las reglas prácticamente tatuadas en su mente que podría recitarlas incluso durmiendo pero nadie le pregunto lo que el quería ¿Alguien siquiera le importo lo que sentía?

Nadie jamás le pregunto si alguna vez había sido feliz con su vida, no se preocuparon mucho cuando falleció su madre -no derramó jamás una lágrima, no al menos a la vista de alguien- no opuso resistencia cuando su tío termino de hacerse cargo de ellos y le hizo sentir seguro -como si fuera su padre pero para eso debía recordar como era estar con él en primer lugar- no reclamó cuando las clases comenzaron a ser más duras con él, cuando el entrenamiento comenzó a ser más riguroso, cuando apenas y tenía el tiempo suficiente para comer y dormir las horas correspondientes, no reclamo cuando un día -mirando su reflejo- lo que le devolvió la mirada fue una muñeca de porcelana en vez del niño que alguna vez su madre le dijo que era ¿Tenía expresión siquiera? Intento hacer una media sonrisa pero sus mejillas dolieron casi en el instante en que lo intento ¿Por qué? Con su hermano las cosas no habían sido así, habían sido menos rigurosos, habían sido menos aprensivos, habían sido cosas que con él jamás lo intentaron.

Por eso quizá cuando comenzaron a aceptar discípulos de otras sectas y tuvo la edad suficiente lo dejaron a cargo de los castigos ¿Para que desperdiciar el tiempo de un profesor si él estaba ahí? mientras su hermano era libre de pasear por donde quisiera el se sentía prisionero en su propio hogar ¿Así se sintió su madre todos esos años antes de acabar con su vida? La diferencia más grande es que el no solo estaba limitado a un par de metros, su correa si bien tenía más metros apretaba incluso peor que la de ella.

-Solo es sonrisa del emperador Lan Zhan, ni siquiera estoy infringiendo alguna regla-

Lan Zhan.. Había olvidado como es que se sentía que otros dijeran su nombre y no solo fuera dicho por su propia persona para no olvidar quien era realmente.

Alzó la vista a esos dos posos plateados y sintió que el mundo había dejado de girar ¿Así se sentía enamorarse? No sabía realmente porque era primera vez que experimentaba esto ¿Su clan estaría de acuerdo con que quisiera cultivar con un discípulo y además que fuera hombre? Por vez primera no le importó realmente que dijeran, el quería forjar su propio camino sin importar que toda su secta se pusiera en su contra. 

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Treinta y tres latigazos -uno por cada miembro de su secta- su espalda ardió en llamas a medida que el látigo la golpeaba, a medida que las heridas se abrían como si fuera el capullo de una flor ante la llagada de la primavera ¿Por qué lo castigaban? Él solo había querido un sola cosa en la vida y era Wei Ying.. intento llevarlo con él pero quizá sus palabras no habían sido las adecuadas ¿Cómo saber que era lo adecuado cuando jamás tuvo voz para decirlo? Quería ir...se escaparía en cuanto pudiera volver a ponerse en pie, iría con él, iría y lo protegería de todo..

-El joven maestro Wei Falleció WangJi- 

Si hubiera estado en pie sus piernas le hubieran hecho caer casi de inmediato, alzó la vista hacia su hermano -la única persona que le "Conocía" realmente, aunque la palabra conocer era demasiado grande para lo que el y su hermano eran- quería buscar la mentira en sus palabras, quería buscar que no era real lo que decía ¿Porqué castigarle también de esa manera?¿No había tenido suficiente? 

Las palabras de consuelo jamás llegaron, las palabras que le aseguraban que eso era una broma de mal gusto o la única manera de retenerla ahí jamás aparecieron -la correa a su cuello se ajusto aún más, respirar era difícil- 

Por eso bebió esa noche, tomó Sonrisa del emperador -uno de los frascos que había comprado para él- bebió con rabia, con enojo y sobre todo con tristeza, sentía su corazón partirse dentro de su pecho ¿No fue lo suficiente rápido para pelear? ¿Por qué había sido tan débil toda su vida? Quizá si hubiera sabido defenderse...si hubiera podido ir antes contra su secta el estaría aquí...lo hubiera podido esconder antes de...

Repetiría la historia de su madre.

Wei ying era un alma libre, era lo que jamás fue en su vida y todo lo que ansiaba para él, era su felicidad. Sin pensarlo -con la mente nublada en alcohol- marco su pecho en el mismo lugar que él lo tenía; la marca del sol terminó por formarse y a pesar de que su piel aún humeaba, no dolía ¿Por qué dolería algo que ni siquiera era suyo? Sin pensarlo mucho, tomo a Bichen y emprendió vuelo, tenía que asegurarse que las palabras de su hermano eran reales, si Wei Ying realmente había muerto.. un gran parte de si habría ido con él.