Desde otra perspectiva.

181 16 15
                                    

Sabía que había tenido familia en algún momento pero no recordaba como se sentía realmente.

Recordaba que había tenido un padre y una madre que le quisieron más que cualquier cosa, que le prometieron tener una muy buena vida y que cuando creciera lo suficiente hablarían con un amigo de ambos para integrarlo a una gran secta, sería un gran discípulo.

Recordaba también el beso y el abrazo que le dieron antes de prometer que volverían en un par de días...

Luego de eso la vida comenzó a ser peor, primero tuvo que irse de la posada porque ya no podían tener a alguien que no pagaba ¿Qué importaba que fuera un niño que acababa de quedar huérfano? Daba igual, no generaba ingresos, solo gastos.

Conoció la maldad de la gente de primera mano, conoció lo que era pasar hambre por días enteros antes de que alguien se apiadara lo suficiente para darle algo o hacer vista gorda si es que robaba para poder comer; conoció lo que era pelear contra otros niños pero también contra animales que terminaron con el mismo destino que él -un destino cruel-

Principalmente con los gatos no tuvo problema, era mucho más fácil darles un poco de lo que robaba pero los perros...intento repetirlo -había comido por última vez hace muchos días, no recordaba cuantos- pero el perro lo quería todo, el solo quería un poco de dulce ¿Tan malo era? Tenía hambre...sus padres prometieron volver con él, prometieron una gran comida cuando volvieran ¿Cuánto había pasado desde aquella promesa? Los días se habían convertido en meses y los meses habían dado el paso a unos pocos años.

Cuándo sintió al perro morder su pierna con fuerza para hacerlo caer y poder robar lo que tenía entre sus manos se dejo ¿Qué importaba ahora si un perro lo mataba? Estaba cansado de todo, nadie había hecho algo por el en todo el tiempo que llevaba entre las calles, la ropa que alguna vez le había regalado su madre ahora no eran mas que harapos, ni siquiera podía permitirse algo abrigador o un par de zapatos ¿Para que intentarlo?

De pronto un hombre que no había visto jamás se acercó con especial cuidado y una sonrisa en su rostro ¿Venía para poder venderlo? había visto algunos de los niños en las calles como él que fueron llevados por hombres pero jamás volvió a saber de ellos ¿Era su destino también? Al menos sabía que si era así -y tenía suerte- el plato de comida jamás faltaría en su mesa.

- A-Ying, soy Jiang Fengmian, amigo de tus padres-Se acercó lo suficiente para poder arrodillarse a su lado.

-¿De mis padres?-ladeo la cabeza, no recordaba ese nombre, pero ciertamente no recordaba muchas cosas la verdad.

-Perdón por demorar tanto en encontrarte, te estuve buscando por mucho tiempo-saco una manta para ponerla sobre sus hombros-prometo que no te faltara nada nunca jamás-lo cargó.

Wei Ying se dejó cargar y se acomodo entre los brazos del hombre que dice ser amigo de sus padres, era la primera persona que había hecho algo por él ¿Debía confiar? podía permitirlo una última vez.

.

.

.

Después de no tener nada resulta que ahora tenía dos hermanos y una familia -Bueno, no toda una familia pero era suya- el alimento jamás falto en la mesa y le dejaban comer cuando quisiera -pero aprendió a que no debía abusar- 

Su hermana mayor era simplemente la mejor de todas, no permitiría que jamás le pasara nada malo, después de todo su Shijie había sido tan buena con él que no le importó que fuera hijo de otras personas y lo acogió bajo su ala, era una santa realmente.

Su hermano menor -Por algunos meses- era otra historia, puede que no fuera muy demostrativo pero aprendieron a quererse entre ambos, aprendieron que podían contar siempre con el otro y ambos amaban tanto a su hermana que simplemente les hacía las cosas más fáciles. Realmente era un gran hermano menor.

Bad DreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora