Caso Eterno Corazón

El Maldito Bar de Belarús.

Capítulo 1 - El Caso de las Rosas Cafés

Parte 3 - El Maldito Bar de Belarús.

Al siguiente día, Lucas se topa con Felix sentado, ordenando archivos y leyendo los papeles que traía en su bolso.

Osek solo intenta mirar todo el ajetreo que tenía su compañero, sin intenciones de detenerle, le comenta ─ Parece que no tenías tiempo en París ¿O acaso eres un vago?

─ Solo, son papeles de viejos casos, realmente es un poco de varios asuntos Lucas.

─ Vale ordena los archivos que quieras, de igual manera no tenemos tiempo, Belarús hace más de una hora debería de haber abierto el bar.

─ Vamos de inmediato en ese caso, no tengo problema. El orden puede seguir luego. ─Felix se levanta para recoger su abrigo y un refinado sombrero, dejando todos los papeles encima, no le provoca problema, al fin y al cabo, nadie va a entrar a revisar cientos de hojas.

Lucas antes de salir revisa estar acorde de llevar todas sus cosas, mantiene en uno de sus bolsillos una cajetilla de cigarros, en otro contiene su pistola con un cartucho extra, mientras que decide guardar junto a la pistola un querido collar de plata pura, con un corazón de extra, el cual tiene grabado la silueta de una mujer, bastante bien hecho.

Felix antes de acompañar a Lucas, guarda solamente la hoja del mismo Belarús Urgalla, por otro lado, guarda fotos de la niña y el archivo principal del caso. A pesar de la ocasión, cree necesario ir armado.

Al largarse, caminan por las calles de Clermont durante varios minutos, conversando y comentando cualquier tipo de chiste o situación. De igual manera, Felix siempre se ha mostrado más expresivo hacia Lucas, por eso, el joven lleva siempre el hilo de la conversación.

Cerca de las tres de la tarde, llegan al supuesto bar, nombrado "La casa del hogar", un nombre según Lucas, bastante extraño.

Los dos entran juntos, quitando de sus cabezas los típicos gorros de los detectives, junto con quitarse los abrigos. Acompañados entre sí, se sientan en la barra frente al bartender principal, el supuesto Belarús Urgalla.

─ Disculpe, dos whiskies, los mejores que tenga ─Comenta al bartender Felix Malen, con bastante confianza. Deja su sombrero en la larga mesa, junto a su abrigo.

De inmediato el bartender se larga en busca del pedido, regresando unos pocos segundos después con una botella, con la cual les sirve a los dos detectives, dejando la botella en medio de la conversación. ─ ¿Algo más chicos?

[ILUSTRACION 3]

─ ¿Hablamos con Belarús? ─Pregunto Lucas intrigado, dejó su sombrero en la mesa, pero siguió manteniendo su gran abrigo, el cual poseía el arma.

─ Belarús Urgalla, un gusto. ¿Para qué quieren hablar conmigo? No tengo deudas con alguna estúpida pandilla ─Contesta mientras se apoya en la mesa con sus propias manos, dejando en la mesa uno de sus pañuelos con los cuales mantiene limpias ciertas cosas del bar.

─ Venimos desde un periódico de París, uno bastante controversial, digamos que estamos en contra de lo que ocurre en Clermont actualmente ─Le sigue Lucas, intentando acordar algo con el hombre.

─ Ve directo al grano jodido periodista, no tengo tiempo para tus cuentos

─ Investigamos el caso de la chica, apodado "El Caso de las Rosas Cafés". No sabemos su nombre, incluso intentamos dar alguna deducción de quién es el que lo causo. Mi jefe me dijo que eras alguien bastante cercano...

─ Si... si... No vuelvan a mi maldito bar.

Al escuchar eso, Felix intenta mantener la conversación con Urgalla, como sea ─ ¡Espere Señor Belarús! Lo necesitamos en serió, le ayudaremos a encontrar o seguir el caso, buscamos seguirlo al píe de la letra si se puede incluso.

─ No me aseguran nada, parecen niños jugando a ser detectives, no les diré nada.

─ Señor Belarús, sabemos de sus problemas del pasado e incluso que usted no es culpable, fue encarcelado un tiempo después de la muerte de la joven, no antes. Aun así, usted la veía casi a diario, ella le tenía mucha estima. Repito, necesitamos su nombre ─Exclamó bastante arto el sr. Osek, buscando una próxima respuesta.

─ Se llamaba Annie Godom, una chica de 16 años, venía conmigo para hablar de política y de todo ese tema de leyes y de mis malas anécdotas ilegales. No le hice nada nunca, me trataba como su padre, ya que el suyo no la tomaba en cuenta.

─ Dicen que la madre de la chica falleció, junto a su hermano. ¿Sabe hace cuanto fue eso y la causa de muerte?

─ La Madre, falleció de una enfermedad, una enfermedad que contuvo toda su vida, fue quizás más de 10 años. El hermano era un bastardo metido en las pandillas, malas lenguas dicen que fue ahogado en el lago cercano por no pagar unas deudas con el barrio verde.

─ Entiendo señor, Annie Godom, ¿Sabe el paradero del Padre?

─ Ese inútil, vive en el barrio verde, ni idea de su ubicación, jamás me metí mucho en esa familia, mi hermana siempre me alejó de ella desde que vivía por ahí.

Felix finalmente interrumpe, con un punto importante ─ Disculpe, dos últimas preguntas, ¿Tiene alguna sospecha sobre como fue el homicidio?

─ Prefiero no conversarles de eso, pudo haber sido de muchas maneras, aunque la última vez que la vi, traía moretones y heridas, de igual manera siempre se mantuvo con una sonrisa, hablando bien de su situación.

─ Gracias, de ultimas, ¿Sabe porque la familia cercana no insistió con la investigación? Se rumoreaba que el padre estaba tan destrozado de perder a toda la familia que cancelo todo.

─ No podría conversarles del asunto, realmente, no he visto a ese hombre en muchos años, de igual manera. Ese hombre es un pandillero típico y sin sentimientos, les aseguro que no es totalmente cierto.

─ Muchas gracias ─Comentan Lucas y Felix casi a la vez, levantándose, dejando sus vasos vacíos, abrigándose.

─ Asegúrenme que encontraran a mi querida sobrina, me encerraron injustamente para cubrir todo. Encuentren su cuerpo al menos ─Dice Belarús, mostrando algo de tristeza en toda la conversación, aun así, Lucas comprendió el dolor que llega a sentir Belarús conforme a la niña.

─ Tenga, quédese el cambio ─Insiste Lucas dejando varias monedas en la mesa junto a los vasos. Sin contarlas ni preocuparse, para largarse a la salida junto a Felix.