Capitulo 28

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Estuvimos en un silencio profundo hasta que veo que ella se sienta y comienza a mirar hacia todos los lados.

-Es una playa privada, nadie nos ha visto. –le aseguro-

-No era eso lo que veía. –dice un poco seria-

-¿Qué ves? –pregunto mirando su espalda ya que no puedo verle el rostro-

-Nada, solo admiraba –se baja de la cama y se envuelve con la sabana-

-¿Qué haces? –pregunto confundido-

-Quiero estar un poco más cerca de la playa. –todavía sigue sin mirarme-

-Es de noche, no puedes nadar. –advierto-

-No quiero nadar, solo ir allá. –camina hacia la orilla-

No le pierdo la vista ni un segundo. Veo que esta unos segundos de pie frente a la playa. Su cuerpo luce tenso. ¿Le habré lastimado?

De repente se sienta sobre la arena y veo que baja su cabeza.

Está llorando.

Narra _________(Tn),

Al terminar me di cuenta que todo había sido para la conveniencia del Señor Grey, no para la mía. Imagino que varias mujeres desearían estar en mi lugar, desearían haber tenido sexo con él. No lo niego, fue perfecto, pero salí de esa burbuja de perfección cuando lo vi acostarse a mi lado, sin que me abrazara. Quizás yo esperaba demasiado. Esperaba que en mi primera vez, el hombre con el cual estuviese me abrazara, besara mi hombro mientras me preguntaba si me había gustado mi primera vez o si me había lastimado.

Seco mis lágrimas, pero otras caen. Yo eleve mis expectativas. Es mi culpa, no la suya. Yo espere más de lo que él me iba a dar. Y saber que yo tengo la culpa duele más. Vuelvo y seco mis lágrimas, pero esta vez logro controlar que otras no caigan. Suspiro y miro el mar. Esta oscuro, tranquilo, pero se siente fría la arena así que el mar esta frio también.

A mi madre siempre le había gustado la playa. Yo solo había ido dos veces. Cuando tuve seis y cuando tuve quince. Fui cuando tuve seis porque mi maestra de ciencias hizo una excursión para la playa. Fue la primera vez que vi lo hermosa que era. Me pareció más hermosa que como la presentaban en la televisión. Cuando fui nuevamente –a mis quince años- fue a llevar las cenizas de mi madre a la playa.

Esa había sido su voluntad. Cuando fui la playa estaba tranquila, era como si la playa hubiese estado esperándola llegar. Parecía una sábana quieta, porque casi ni se veían las olas. Sé que a mama le gusto como la playa la recibió.

Y ahora estoy aquí nuevamente, frente a la playa luego de haber perdido mi virginidad.

-¿Qué sucede? –pregunta el Señor Grey detrás de mí-

-Nada –digo en voz baja-

-Para de mentir y dime que sucede. –dice furioso-

-No miento –me pongo de pie y lo veo, lleva puesto sus pantalones- si no quiero decirle lo que me pasa, es porque no quiero hablar con usted. –digo seria imitando sus palabras en el restaurant-

-Pero yo si quiero que hables conmigo –dice un poco más calmado- No entiendo que le sucede, la lleve a cenar, prepare una sorpresa romántica, la folle con delicadeza ¡¿Qué más quiere?! –dice alterado-

-Nada –respondo en voz baja- no quiero más nada. Ya no soy virgen, que es lo que usted quería. No quiero más nada.

-Es cierto lo que dices, no eres virgen eso era lo que yo quería. Pero que no se te olvide que yo me esforcé para complacerte en una noche “romántica” –hace comillas- para que la perdieras. 

-Quiero ir a casa –murmuro-

-su respiración se torna agitada- Esta bien, si eso es lo que quieres. –responde enojado-

-camino por su lado y llego hacia la cama-

Una vez reúno toda mi ropa comienzo a vestirme con cuidado, para evitar que me vea. Mientras me visto pienso, que ya que perdí mi virginidad quizás mañana pueda hablar con él para que me dé el contrato y así convertirme en su sumisa.

-¿Estas lista? –pregunta con voz fría-

-Si –susurro-

Claro, si después de esta noche todavía me quiere como sumisa.

Llegamos a Escala y él se fue a su habitación y yo a la mía. Mañana no iría al instituto así que permanecí despierta. Dibuje la escena que el Señor Grey me hizo esta noche de sorpresa y me quedo muy bonita. Sonreí al ver lo bien que me quedo el dibujo. Justo cuando me estaba durmiendo la puerta de mi habitación y aparece el Señor Grey.

-Saldré mañana en la mañana de viaje. No iras al instituto, pero ya te conseguí un guardaespaldas. No te quiero fuera de aquí. ¿Entendido? –pregunta con frialdad-

-Si –asiento-                                

-se va-

-suspiro-

Narra Christian,

Al otro día.

Madrugo demasiado temprano y vuelo a Port Ángeles. Me quedo en el hotel Heathman, decido llamar a la Señorita Steele para ver cómo se encuentra. Mientras hablamos confiesa que le gustaría volver a verme. Y siendo sincero a mí también me encantaría verla.

-Creo que podríamos vernos esta noche para cenar. Aquí en el Heathman –le propongo-

-Claro –responde con voz nerviosa-

-Bueno, espero verla esta noche Señorita Steele. –me despido-

Cap dedicado @LucyBriel

La Sumisa Perfecta "Christian Grey" (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora