La Sumisa Perfecta "Christian Grey" (Adaptada)

Capitulo 62

_______(Tn),

Hace un mes que paso el juicio y desde que no ha vuelto a ver a Christian. Eso me tiene muy mal. Me la paso trabajando con Austin en su gallería y si no me la paso en el instituto. Austin dice que debo salir y olvidarme de todo lo que ha sucedido. Pero no puedo, simplemente no puedo. Solo espero como una tonta, el momento en el cual Christian llegue donde mí y acepte que me ama. Porque sé que en el fondo él lo hace el me ama.

Hace una semana me llego una solicitud para ir a una universidad en Italia, pero no he aceptado por Christian. Si para principios de marzo el no viene donde mí. Aceptare la solicitud y me iré a estudiar en la Universidad de Italia.

-Hoy no voy a poder llevarte al instituto, así que tendrás que irte en taxi. –dice Austin haciendo una mueca-

-Oh, no te preocupes. Pero, ¿te veré en el instituto? –muerdo la manzana que tome como desayuno-

-No –niega- mi padre llegara esta mañana y quiere hablar conmigo. Quizás quiera volver a tomar el tema de que estudie leyes y pueda hacerme cargo de su bufete. –rueda sus ojos-

-Pero eso no es lo que tú quieres. –completo-

-Exacto, así que tratare de hacerlo entender que es realmente lo que me gusta. –me mira fijamente- ¿Ya sabes si aceptaras la solicitud?

-No –hago una mueca- esperare a marzo a ver si llegan otras, sino pues iré a Italia.

-Oh –asiente- ¿has hablado con tu tía? –susurra-

-Me he tratado de comunicar con ella, pero no quiere hablar conmigo.-bajo mi mirada- La última vez que la llame, me amenazo con llamar a la policía. Así que lo mejor será que me olvide de ella. –suspiro-

-Me tienes a mí. –me abraza-

-Gracias –beso su mejilla-

-Date prisa o llegaras tarde. –dice tomando sus llaves y abriendo la puerta-

-Salgo ya mismo. Oye, anoche Carola te llamo –subo y bajo mis cejas-

-Si –asiente y ríe- es solo una amiga.

-Si tú lo dices –canturreo y salgo del apartamento-

Iba caminando en busca de un taxi, pero al parecer la suerte no estaba de mi lado. De pronto comencé a sentir pasos detrás de mí, no le toma importancia hasta que sentí que cada vez se aproximaban más a mí.

Iba a correr cuando me tomaron por la cintura y susurraron en mi oreja.

-¿Pensaste que te librarías de mi tan fácil?