Capitulo 64

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-Oh nena –me besa- te he extrañado tanto. –susurra-

-Yo igual. –acaricio su mejilla-

-Quiero hacerte el amor. –dice mirándome a los ojos-

-Sonrío- Y yo quiero que me hagas el amor.

-sonríe y me besa-

Continuamos besándonos y el se pone de pie, pero continua besándome. Envuelto mis piernas a su alrededor y el me levanta y comienza a caminar. Una vez llegamos a su habitación me coloca sobre la cama y comienza a besar mi cuello. Yo me limito a gemir y acariciar su cabello.

El sigue con su camino de besos y quita mi camisa.

-¿No traes sostén? –alza una ceja-

-La camisa no requiere de uno. –sonrío-

-Genial –besa/muerde mis senos provocándome gemidos-

Baja por mi abdomen y llega hasta mi falda, baja mi falda y también mis bragas. Yo me quito mis zapatillas.

-Eres tan hermosa. –besa mi vientre-

-Tú sigues vestido. –Canturreo-

-Ven y desvísteme –alza sus brazos-

Quito su camiseta y la tiro a alguna parte, veo que tiene cicatrices en el pecho, me causa curiosidad pero no le preguntare ahora. Lo hare después. Beso cada una de las cicatrices y llego a su cuello. Lo muerdo levemente y el gime. Continúo besando su cuello hasta que él se separa y se pone de pie.

-¿A dónde vas? –alzo una ceja-

-A ninguna parte. –se quita sus converse y luego los pantalones y su bóxer-

Vuelve a la cama y comenzamos a besarnos. Nos besamos con tanta pasión, pero con tanto anhelo a la misma vez. Es como si hubiésemos estado mil años sin vernos. De pronto siento como va entrando en mí y me va llenando por completa. Me aferro de su espalda y el comienza a moverse más rápido.

Cuando estamos a punto de corrernos nos miramos a los ojos profundamente y en sus ojos veo una promesa, una promesa de amor.

-Te Amo –me besa-

-Yo igual –sonrío-

Se quita de encima de mí y se sienta en el espaldar de la cama. Luego me sube hasta su lado y comienza a besar mi cabello. Su mano izquierda está alrededor de mi cintura y acaricia mi cintura. Su mano derecha esta entrelazada con la mía y acaricia mis dedos.

-Quiero estar así contigo, para siempre. –susurra en mi oreja-

-Yo igual –me recuesto de su hombro-

-Te Amo, y no me cansare de decírtelo nunca. –besa mi cabello-

-Yo también Te Amo y no quiero que nunca te canses de decírmelo. –sonrío-

La Sumisa Perfecta "Christian Grey" (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora