La Sumisa Perfecta "Christian Grey" (Adaptada)

Capitulo 49

-No –se separa de mi- no, no. –repite con preocupación- Lo siento, lo siento, perdóname. –hace ademan para abrazarme pero recuerda que no lo quiero tocándome- Perdóname. –susurra-

-Quiero acostarme a dormir, no quiero seguir hablando de esto. –le pido-

-Claro –asiente- Ve –se pasa una mano por su cabello, exasperado-

Lo miro por última vez y lo veo tenso, pero en estos momentos lo que me importa es dormir y olvidarlo todo.

Pero eso no sucede. Cuando me acuesto vienen a mi mente todos los momento que he tenido con él durante estos tres meses. No puedo creer todavía lo que me hizo. Yo he dejado tantas cosas por él. Primero, deje de bailar con Urban Dancers, aunque no fue tanto por el sino porque me daba miedo ser descubierta. He dejado prácticamente a Austin a un lado. Le he obedecido en todo –dentro de su Cuarto de Juegos- bueno en casi todo. He sido una sumisa Perfecta para él. ¿Por qué Anastasia tiene que ser la novia y yo no?

Tres de la mañana,

Todavía no logro conciliar el sueño, así que me levanto de mi cama. Veo que mi celular está parpadeando lo que indica que tengo alguna notificación. Y así mismo es, una llamada perdida de mi tía Elena. Con quien no me apetece hablar. Comienzo a mirar mis mensajes de texto y veo una conversación que tuve con Austin y su último mensaje decía:

“No importa que necesites, a qué hora lo necesites, cuando lo necesites o donde; solo importa que puedes contar conmigo páralo que sea.”

Yo necesito un abrazo suyo, que me haga sentir que todo estará bien, un abrazo que me haga sentir protegida y que no me dejara sin ninguna protección. Un abrazo de alguien que en realidad me quiera. Y ese es Austin.

Me cambio de ropa a un jean y una camisa de franela blanca manga larga; unas botas marrones y mi cabello en una cola desordenada. Dejo mi celular ya que sé que me van a rastrar por medio de él.

Tomo un poco de dinero y salgo de mi habitación.

Llego al lobby del edificio y veo que el guardia no esta debe estar dando ronda, como de costumbre. Salgo a la calle y tomo un taxi. Le doy la dirección del apartamento de Austin, la cual me aprendí cuando fui a su apartamento hacer un proyecto del instituto. Al llegar le pago al taxista y me bajo.

Camino hacia el lobby y el guardia está durmiendo.

<Que guardia tan eficaz> -pienso-

<Cállate, gracias a que duerme pasaremos rápido> -dice mi conciencia-

Tomo el elevador y llego al piso de Austin el número quince. Tomo un respiro hondo y toco la puerta de su apartamento. Toco de nuevo con más fuerza y a los segundos se escuchan pasos. De pronto se abre la puerta y muestra a un Austin dormido.

-¿_______(Tn)? –pregunta desorientado-

-Oh, Austin –lo abrazo y comienzo a llorar-

-Bonita, ¿Qué sucede? –me abraza con un brazo y con el otro cierra la puerta-

-yo no hablo continuo llorando-

-Todo estará bien –me asegura y brinda caricias en mi espalda- ya pasara lo malo. –susurra-

Estuve como veinte minutos encima de Austin llorando. Hasta que poco a poco fui cesando mi llanto y solo sollozaba.

-Te traeré un té. –besa mi frente y se pone de pie-

-Gracias –susurro-

-No es nada, bonita. –se va hacia la cocina-

Yo en cambio me recuesto más de su sillón. A los pocos minutos llega Austin con el te y me lo entrega.

Comienzo a tomarlo despacio y permanecemos en silencio. El acaricia mi cabello y mantiene su mirada en mí. Yo en cambio me limito a tomar de la taza y a mirar a un punto fijo. Termino la taza y la coloco sobre una mesa que tengo cerca. Suspiro y me acerco más a Austin y me recuesto en su hombro.

-Besa mi cabello- ¿Me dirás que sucedió? –susurra-

-No quiero hablar del tema. –respondo de la misma manera-

-Está bien. –me abraza-