Prólogo de Beth

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Soy una de los vampiros de Inglaterra, nos hacemos llamar Goldies, para poder identificarnos entre nosotros, por ejemplo cada vez que nos envían la sangre por botes de ketchup o tomate tenemos que decir una frase para identificarnos y que sepan que somos nosotros "we are Goldies"

Ser una de las mixtas tiene muchas ventajas, ya que toleramos la comida mundana al ser mitad humanos, somos los únicos que podemos estar infiltrados con los humanos, ya que la luz del sol no nos afecta, pero lo único complicado para nosotros los mixtos es la sangre, cuando unos de esos estúpidos mundanos se sangra nos volvemos locos, y es complicado mantenerse firme, por eso estamos obligados a beber 3 litros de sangre a la semana. Para poder estudiar fuera con los demás seres humanos, la SAV nos hace varias pruebas tanto físicas como mentales, para comprobar que no somos un peligro para los humanos.

Siendo sincera al cien por cien, me alegro bastante de ser mixta, sino, no le podría haber conocido, pero no hablemos de eso, ya que estoy adelantando acontecimientos.

En mi familia no todos somos vampiros, mi madre es humana y mi padre es un vampiro, es raro, lo se, en las películas o libros que suelen leer los mundanos, se les esta prohibido casarse a los vampiros con humanos, en la vida real no es así, si está permitido, pero en extrañas ocasiones, únicamente si la SAV lo permite. La historia de amor de mis padres, es como una de esas historias que hablan del amor prohibido, es muy romántica, y a la vez empalagosa.

Cuando cumplimos los 18 años en edad mundana, la SAV nos permite poder convertir a los humanos, pero con la condición de que el convertido tiene que estar a cargo de quien lo convierte.

Me llamo Elithabeth Morder, pero prefiero que me llamen Beth y soy una vampira mixta, cuando cumplí los 11, mis padres consiguieron convencer a la SAV para que me permitieran estudiar con los humanos junto con mi amiga Alexandra, ella también es una mixta.

***

Tengo 16 años y vivo en un barrio acomodado de Inglaterra, a las afueras de Londres, Alexa también vive conmigo, en la habitación próxima a la mía, era Sábado por lo que nos librábamos de ir a la escuela, la pereza me invadía, un Sábado tener que ir a madrugar para tener que recoger los botes de "ketchup" de esta semana, era horrible, todas las semanas hacer este jaleo, con lo que echaba de menos la sangre fresca, sí, aunque seamos mixtas, tenemos que beber 3 litros de sangre a la semana porque sino podríamos caer en la tentación de morder a algún que otro humano.

- ¡Beth!- dijo Alexa aporreando mi puerta.

- ¡Voy!- grite.

- Eso mismo dijiste hace media hora- replicó.

- Esta vez va enserio.

-¡Joder Beth!, que esto es enserio tenemos que recoger los botes- dijo enojada.

-Lo se, voy, de verdad.

Tenía razón, podía llegar a ser tan vaga, que me quedaba en la cama por no tener que ir a por la sangre, y hacer que Alex fuera sola, todavía no sabía porque tenía que acompañarla, ¿por qué no ir solo una?

Me levanté a la fuerza de la cama porque una personita me echó un cubo de agua encima.

*mundanos: perteneciente o relativo al mundo

The Athan LegendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora