Tus Ojos Dorados

CAPITULO 19

Día de la gran batalla contra los vulturis.
Tenía mi gran plan si llegábamos a pelear.

Sabía que cueste lo que cueste iba a conseguir lo que es mío, aunque muera.

♠️

Estabamos todos esperando a los vulturis. La manada se escondía en los árboles esperando a mis órdenes.

A mi lado se encontraba una rosalie triste, pero con el rostro serio.

Daba mi vida para que Adrián esté con los cullens y mi plan era perfecto.

♠️

A lo lejos se veía a los vulturis llegar , eran demasiados, pero mi vista no se alejaba del gran lobo blanco que se encontraba al lado de Jane.

Todos se veían serios y asustados.

Aro buscaba a Alice con la mirada, pero hace días que no la veíamos.

Jane tenía la mirada fija en mí y Irina se creía victoriosa al estar con los vulturis.

Ordené a la manada a que saliera entre los árboles y Sam se puso delante de mí.
Jacob no se alejó en ningún momento de Renesme.

Carlisle se acercó para poder hablar con Aro.

- Aro.. discutamos las cosas como solíamos hacer hace años, de un modo civilizado..- habló con tranquilidad.

- Buenas palabras, Carlisle, - le contestó el nombrado. - pero están fuera de lugar... Teniendo en cuenta el ejército que has reunido contra nosotros. - miró a cada uno de todos.

- Puedo prometerte que esa nunca ha sido mi intención. Ninguna ley ha sido infringida. - Aro no me quitaba la mirada de encima.

- Vemos a la niña. - se metió Caius. - No nos tomes por idiotas.

- ¡No es una niña inmortal! - miró a los testigos.- Estos testigos pueden decirlo. Observar.

Me acerqué al lado de Carlisle, Rose me intentó parar, pero yo seguí mi camino.

- Mirar sus mejillas con su sangre humana. - Caius le insultaba a cada palabra que decía Carlisle.

- Reuniré todas las facetas de la verdad, - contestó Aro. - pero de uno de los personajes principales de la historia. - escuchamos su gran nombre. - Edward... Ya que la niña se agarra a su pareja neófita... Supongo que estás involucrado. - Aro extendió su mano.

Saqué mi gran don de escudo al ver que el de bella no llegaba a protegerlo.

Edward seguía su camino sin preocupaciones.

Él aceptó la mano de Aro y le enseñó los recuerdos que tuvo con Renesme.

- Me gustaría conocerla. - dijo Aro al soltar la mano de Edward.

Se acercaban Bella, Jacob, Emmet y Renesme.

Me estaba pensando si acercarme, así estaría cerca de Adrián, y mis pensamientos fueron a largo.
Miré a Rosalie para tener su aceptación y ella me asintió.

Me acerqué a bella y los demás.

Seguía con el escudo en Edward sin apartar la mirada de él.

- Joven Bella, la inmortalidad te sienta bien. - después se escuchó el gran gritito que llega ha hacer Aro cuando le gusta algo. - Oigo su extraño corazón.

Miramos a Renesme, para que se acercara a Aro.

- Hola, Aro. - le enseñó los recuerdos rechazandole la mano y poniendosela en la mejilla.

Los ojos de Aro estaban viendo cosas que él no se imaginaba.

- Magnífico. - Se alejó Aro. - Medio inmortal, Medio mortal. - fijó sus ojos en mí. - Concebida y llevada por esta neófita... - miró a Bella. - mientras aún era humana.

- ¡Imposible! - negó Caius.

- ¿Crees que me han engañado, hermano? - Aro se le acercó a Caius.

Jacob gruñó a Aro cuando todos nos alejábamos hasta donde estaban nuestros testigos.

- Traed a la informante. - habló Caius.

Me giré y me quedé en medio del campo de batalla. Se quedaron todos mirándome mientras que Irina se acercaba a Caius.

- ¿Es la niña que viste? - Caius le preguntó.

Irina miró a Renesme.

- No estoy segura. - negó con la cabeza.

- Jane. - ordenó Caius.

Protegí a Irina con mi escudo.

- Ha cambiado. - confirmó Irina. - Esta niña es más grande.

- Entonces, tus acusaciones eran falsas. - habló Caius.

- Los cullens son inocentes. - afirmó Irina. - Asumo la responsabilidad total de mi error.

Las caras de las hermanas Danelis cambiaron y me asustó eso.

Irina se disculpó en voz baja.

- Aro, no hagas eso. - se giraron todos hacia a mí. - ¿Te crees tan victorioso por matar a una inocente por sus palabras equivocadas?

- __, no eres una persona de las que debe hablar. - Caius se metió.

Aro no escuchó mis palabras y dió las órdenes.

Las hermanas corrieron al ver su hermana siendo quemada.

Agarraron a las hermanas y cegaron su vista.

Subieron a Renesme a lomos de Jacob.

Todo se volvió un caos y pudieron calmarlo fácilmente.

Miré a Adrián que seguía al lado de Jane.

Edward habló con las hermanas y se tranquilizaron.

Volvimos cada uno a donde estaba y me puse al lado de Rosalie.

Vi a Edward caer al suelo y Bella compartió su escudo. Sin problemas pudo volver a donde estaba.

Jane se intentó acercar y Adrián le siguió los movimientos, pero les pararon.

Ahí me di cuenta que Adrián seguirá a Jane a donde vaya.

Los lobos gruñeron a mí orden y Alec iba a usar su regalo, pero Aro lo paró.

- Aro, ves que no se ha infringido ninguna ley. - habló Carlisle después de un gran silencio.

- De acuerdo, ¿Pero significa eso que no hay peligro? - me miró fijamente. - Por primera vez en nuestra historia, los humanos son una amenaza para nuestras razas. Su tecnología moderna ha creado armas que podrían destruirnos. Guardar nuestro secreto jamás ha sido más imperativo. En estos tiempos tan peligrosos, únicamente lo conocido - miraba a sus compañeros - es seguro. Únicamente lo conocido es tolerable. E ignoramos totalmente... en qué se convertirá esta niña. ¿Podemos vivir con tal incertidumbre? Ahorramos una batalla hoy - me miraba con temor - para morir mañana.

Todos negaban a las palabras que había dicho Aro.

Sentí unas presencias conocidas saliendo del bosque.
Unas presencias que podrían ayudarnos a no crear una gran batalla.

Edward había susurrado su nombre...

- ¡Alice! - dijo Aro al mirarla.

Alice miró a todos los testigos y después dejó su mirada fijada en mí.

Llegó a donde estaba Aro y la pararon sus acompañantes.

- Mi querida, querida Alice... nos alegramos mucho de verte aquí después de todo. - Aro no quitaba la mirada fija de Alice.

- Tengo pruebas de que la niña no será un peligro. - Aro dudó a sus palabras - Te las mostraré. - extendió su mano hacia Aro.

- ¿Hermano? - Caius preguntó.

Aro dió sus órdenes de que la dejaran pasar.

El anterior nombrado agarró la mano de Alice...