𝙲𝚢𝚣

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El hecho de que Octavius cumplió su palabra y te quito los privilegio de ver a tus hermanos y dar paseos al aire libre.

Sólo porque tú te negaste a convertirte en su amante.

En este momento, tu doncella, Hager, trato de convencerte de que huyeras.

"Si me escapó, ¿Qué pasará con mi hermana y mis hermanos? Se quedarán solos", argumentas, mientras continúa cepillando tu cabello.

"Disculpe lo que voy a decir, pero los príncipes y la princesa son romanos por lo que deberían quedarse en Roma…"

Hager se detiene en su oración cuando nota que tus ojos se llenan de lágrimas ante la idea.

"Extraño tanto a mi madre… ¿Cómo se puede hacer esto a si misma? Era una mujer fuerte"

Te ahogas con las palabras, tu cuerpo comienza a temblar por tus sollozos.

Hager mira a su alrededor, encuentra las puertas cerradas, saca una carta de debajo de la cama y te la entrega.

"Esta carta es de tu hermano, el verdadero faraón de Egipto"

Rápidamente tomas la carta de ella, ansiosa par leer cada palabra escrita.

Querida hermana

Me disculpo por el sufrimiento que debes haber soportado bajo ese tirano, me culpo por no poder protegerte a ti ni a nuestros hermanos. Hay una negociación en curso entre Octavius y yo, el promete devolverme Egipto si nos encontramos en Alejandría, con una condición, cediendo algunas de las provincias.

Voy a salvar a nuestra familia, espera mi regreso, dulce hermana.

De tu amado hermano Cesárion.

Tus ojos se abren en estado de shock y la comprensión te golpea.

"Oh no" exclamas con horror.

"¿Qué pasa mi princesa?" Hager pregunta preocupada.

"Octavio está tendiendo una trampa para capturar a Cesárion en Alejandría y matarlo" tartamudeas.

El hecho de que ni siquiera puedas enviar una carta para él, porque no sabes dónde está.

"Esa es una razón más para huir ahora e ir a Alejandría antes de que Cesárion lo haga"

Mientras Hager te está animando, se escuchan dos fuertes golpes en las puertas.

La mujer de cabello oscuro rápidamente toma la carta y la esconde en su vestido antes de que las puertas se habrán y los guardias anuncien la llegada de…

…Livia Drusila, la esposa de Octavio.

El corazón se te cae al estómago al ver entrar a la hermosa mujer seguida de sus damas.

"¿Cómo puedo ayudarla, su alteza?" inclina la cabeza levemente a modo de saludo, antes de mirarla fijamente.

"Quiero hablar contigo a solas"

Asientos con seguridad a Hager, antes de que todos abandonen la habitación.

           Dejándote sola con Livia.

"Que cosita más linda eres", dice la mujer romana, mientras sus dedos juegan con tus mechones.

"¿Por qué no te lo follas?" tus ojos se agrandan con sus palabras.

"Creo que no entiendo de qué estás hablando-"

Ella te interrumpe agarrando tú cara con una mano, presionando sus dedos contra tus mejillas.

"¿Por qué no satisfaces a mi esposo?" tragas saliva ante la pregunta.

"Porque es un hombre casado, y solo voy a satisfacer a mi marido"

La expresión de Livia se vuelve divertida, mientras una sonrisa aparece en su rostro.

"Eres diferente a tu puta madre" frunces el ceño.

"Mi madre no es una puta-"

Una vez más, eres interrumpida.

"Ambas sabemos que esto no es cierto, ya que la razón principal por la que estoy aquí" quita su mano de tí.

"Te ordeno que aceptes la oferta de Octavius" sacudiste la cabeza con ira.

"No quiero, no estoy arruinando mi virtud" escupiste, haciendo la reir.

"Oh cariño, es generoso de tu parte incluso ofrecer…", se burla Livia.

"…Si yo fuera un hombre, ya estarías embarazada"

Hija De Cleopatra|¡Dark! ¡Romanos x Princesa! Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora