Valkiria de la ciencia ▫️| Nikola Tesla

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La Valkiria pasaba por esos grandes pasillos del Valhalla, su atención era en aquel libro que no había terminado de leer. Se trataba de la creación del universo, ya sea de forma religiosa o científica. Las dos le interesaban.

Su vestido blanco golpeaba suavemente las piezas del azulejo en el suelo, su gran cinturón dorado que se ajustaba en su diminuto cuerpo, junto a ese adorno en su cabello del mismo color, con algunos cristales azules que le daba un aire de ver a la propia Afrodita, pero hablamos de una Valkiria. Compartía su belleza con sus hermanas y eso a ella no le molestaba.

Pero lectura no pudo terminar porque un horrible estruendo, como si fuera un temblor hizo que casi diera de brusques al suelo. Estaba apunto de llegar a un hermoso jardín para terminar su lectura y relajarse, pero durante el temblor su cuerpo fue levantado delicadamente durante esos segundos por unos brazos cubiertos, sus piernas estaban apretadas y su espalda con la otra mano.

Al levantar su mirada de su libro se dio cuenta que era Hermes, mirándola con una sonrisa mientras flotaba por encima del suelo.

- Mi querida Valkiria ¿Porqué tan distraída? - La mujer sonrió - Te podrías hacer caído.

- Hermes, ¿Qué sucede, Porqué tanto ruido? - Miró a los lados - Solo iba caminando y un horrible temblor sucedió.

- Digamos que Padre, se alboroto un poco - Dijo con una sonrisa - Se sospecha que hay un traidor en el Ragnarok.

- Confías tanto en mi como para decirme eso. - El pelinegro solo río - Recuerda que estoy de lado de la humanidad.

- Solo porque tú hermana te lo dice, mi dulce Valkiria - Recordó, haciendo que ella bajara la mirada - Además, yo confío en usted.

- Hay Hermes eres tan tierno - Levantó la mirada con un pequeño sonrojó.

Tuvieron un silencio tranquilo, dejándose llevar por esos color de ojos tan característicos del dios y semidiosa, pero Hermes apretó con fuerza el cuerpo de la Valkiria al sentir como otro temblor se comenzaba a dar al lado del jardín, porque sin adivinar se trataba de la furia de Odín. Los cuervos que llevaba siempre en sus hombros se escuchaban nerviosos desde lejos, la mano de la Valkiria apretó la camisa del Dios por tener temblor y miedo en su cuerpo. El padre de Asgard no es para jugar cuando está serio.

Al pasar el gran temblor, la Valkiria pudo respirar después tranquila. Puso su mano en su pecho al sentir que el aire le pasaba con normalidad.

- Que asco besense de una vez - El Dios nórdico Loki, bromeó - Ya tengo minutos viéndolos.

El Dios griego dejo con delicadeza a la Valkiria en el suelo, mirando que la femenina no miraba a los ojos al nórdico. Le tenía un poco de odio por sus bromas e chistes que hacía respectiva a su adicción a la lectura y ciencia. Con sus brazos detrás y su respectiva pose elegante, esperando la reacción de la Valkiria, que sólo apretaba el libro que tenía y se ponía al lado del griego.

- ¿Y qué me dice la Valkiria de la ciencia?... ¿Las estrellas se alinearon para que Hermes te ayudará? - Sacó una bolsa de papas comenzando a comerlas - ¿O sólo te hiciste pasar de frágil?