I: el secreto

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Si bien no era primera vez que Enzo Vogrincic se hacía él que no me conocía frente al resto, y me ignoraba por completo, esta vez fue diferente. Lo hizo frente a ella, a Gee, y sabe que ella es un caso especial.

Tener que salir con Enzo (a escondidas) siempre ha sido un desafío, y la razón siempre ha sido la misma: "Eres lo único bueno que tengo, no dejaré que ellos, ni nadie, lo arruine". Algo cliché para ser verdad, pero tenía razón. La toxicidad de la universidad era mas de lo que parecía, por eso estaba dispuesta a aceptar este tipo de actitudes, y ocultar la relación, ya que sus "amigos" eran de todo, pero menos tolerantes. Mas si descubrían, que una persona como él, estaba con una chica como yo, la que estudiaba diseño y artes, y que obviamente, podía pasar como invisible en la universidad, lo cual no era el caso de Enzo, que desde el día que llegó, prácticamente le idolatraban, no se si porque es guapo, o por ser inteligente, o por pertenecer a la familia del sostenedor de la universidad. Así es, el chico las tenía todas para dejarlas rendidas a sus pies.

Lo de hoy con Gee fue diferente como dije. Ella fue su ex novia por muchísimo tiempo, y los veía ahí desde lejos, hablándose con confianza, ella acariciando su cabello ondulado con sus uñas acrílicas enormes, como si fueran los mas cercanos. Ya ofuscada le dije a Matías, mi mejor amigo:

—Estoy cansada de la situación—dije y mi amigo Mati me mira interrogante.

—Sobre...

—Enzo

—Ah entiendo —él asiente, mientras mira con disimulo el mismo panorama que yo. Él ya que sabía todo lo que pasaba entre nosotros, siempre ha sido una persona muy discreta, podía confiar en él—La verdad, es que Enzo no debería dejar que el resto influya en esta relación, siempre te lo dije, si estarías dispuesta a estar con él, a pesar de sus condiciones.

—Lo sé, es una estupidez, y lo peor es que no tengo 12 años, ando ocultando a todo mundo que tengo novio. Y lo que mas me tiene molesta, es eso—los señalo discretamente—Esa tipa no deja de manosearlo y hacerse la linda con él. Y él es un tonto, se deja tocar, y se ríe con esa perfecta sonrisa que enamora a cualquiera, yo caí por esa sonrisa ¿sabías?—dije obvia.

—Wow, verte celosa es tan raro, siempre eres la que menos demuestra de ambos—dice mientras se traga una papa frita.

—Tengo los motivos suficientes para ponerme todo lo celosa que quiera. Él es mi novio.

Ya era hora de salir, ya que no tenía clases en la tarde. Supuestamente, como todos los lunes luego del almuerzo, me reuniría en las gradas con Enzo para irnos juntos. Pero no. No tenía ánimos. Así que le envié un mensaje:

«Hoy me voy a casa directamente, no me siento bien.»

Lo divisé de lejos, y revisó su celular mientras aun seguía con Gee a su lado, pero ésta hablaba con los otros amigos de Enzo que conformaban la mesa . Si, noté la preocupación de él y comenzó a buscarme con la mirada, pero me fui rápidamente junto a Mati hasta la parada del autobús:

—Quizás necesitaba ese escarmiento—dice mi amigo mientras nos subíamos al autobús que pasó milagrosamente rápido—que lo soltaras, o no se, que se de cuenta que esto te hace daño.

—Quizás—suspiro—a veces siento que lo estoy perdiendo. Estos dos años, juntos, han sido bellos, nos amamos, lo se. Pero últimamente, no se siente bien...yo siempre quise que esto funcionara.

—No pienses eso, Enzo te quiere, y mucho. Solo...esto de tener una novia formal quizás no esta muy acostumbrado. Recuerda que su familia ya es complicada, y estos pelotudos de amigos que tiene, en realidad creo que es lo único que arruina todo.

—Puede ser...—Suena mi teléfono, un mensaje, y reviso para ver quien es—Es Enzo.

«Iré mas tarde a tu casa, espero que te recuperes, te amo»—finalizó el mensaje.

—¿Sabes? Deberías decírselo. Todo esto. Lo de Gee, es incómodo que siga teniendo este tipo de relación con su exnovia y tu mirando desde lejos el asunto... no encuentro que sea normal la verdad.

—Se lo diré, siempre he callado todo porque lo amo, pero...ya no me quiero sentir así, rechazada, como si se avergonzara de mi.

ya no me quiero sentir así, rechazada, como si se avergonzara de mi

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Nuestro secreto... (Enzo Vogrincic) terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora