V: el enfrentamiento

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Tuve una tarde muy cálida con mi mejor amigo, lo necesitaba realmente. Y tenía mas energías suficientes como para volver a mi realidad y enfrentar el verdadero problema.

Llegué a la universidad. Algo nerviosa, pero confiada en que todo se iba arreglar, así que me dirigí en dirección a la cafetería a comprar algo para despertar un poco y en eso, siento un empujón fuerte  por detrás, casi pareció intencional:

—Quien fue el pelo...—me giro y no es ni mas ni menos que Gee y el séquito de los amigos de mi novio—digo, los pelotudos. Lo siento.

—Pero si eres tu—dice sorprendida—lo siento, no te vi. No creerás que fue a propósito—la muy tonta.

—Como un empujón tan fuerte va a ser a propósito, créeme que estoy acostumbrada a tus brazotes empujándome, o a tus piezotes pisándome, etcétera. Lo raro es que siempre es conmigo—la miro directamente, siempre ando huyendo de ella, por evitar problemas, pero si tenía que tirarle un par de mechones, no me quejaba.

—No te creas tan importante querida, la sola y patética, eres tu, tan insignificante, cualquiera podría aplastarte.

—Deja a la rara Gee, no gastes tus energías con ella—dice el pelotudo "amigo" de Enzo. Uno de ellos.

—Es que hace tiempo no te veía, andas desaparecida...

—Sinceramente, ¿por qué me odias Gee? Nunca te hice nada, que yo recuerde. Refresca mi memoria.

—Nada—se ríe patéticamente—es solo por diversión.

—Ah entonces estas mas chiflada de lo que creía—digo sorprendida, pero genuinamente, las matonas pensé que se terminaban en el colegio—Espero que tus padres te den la atención que necesitas, busca ahí lo que no encuentras. O mejor, busca un psicólogo. El bullying ya esta medio añejo a estas alturas—quise irme pero ella me sostuvo el brazo.

—¿Sabes? Ahora que lo dices, hay algo...me he dado cuenta como miras a Enzo. ¿Piensas que estoy ciega? ¿Acaso piensas que alguien como él se fijaría en ti? Él fue mi novio, y seguimos siendo cercanos, no te quedan posibilidades, no sueñes tan grande—se me hizo un nudo en la garganta, es mi novio del cual estamos hablando.

—Pero Gee—ríe otro del equipo pelotudos—como dices eso. Como Enzo se rebajaría a estar con esta extraña—pero son todos unos idiotas, aquí era donde me cuestionaba si seguir con la mentira o decirle a todos estos tontos la verdad de una vez.

—¿Te asusta?—le digo a Gee—que mire tanto a alguien que tu tuviste y desechaste. ¿Así fue no? No quieres perder pan ni pedazos. Que patético. No es novedad que yo mire a Enzo, como la mayoría de las chicas de esta universidad. Interroga a cada una a ver si te da la gana—me mira con rabia y se acerca amenazante.

—Cuida tus palabras, y mantente alerta porque no me gusta que miren lo que es mío.

—No puedes ser mas zo...—y me iba a lanzar con todo hasta que una voz familiar siento en mis espaldas.

—¿Qué está pasando aquí?—pregunta Enzo con evidente molestia. Yo me volteo inmediatamente, y hacemos contacto visual. Sentí de todo cuando nos miramos, hasta suavizó su mirada. Pero al caer en cuenta de lo que estaba pasando. Miro hacia el séquito que él llamaba "amigos".

—Nada—dice Gee inocentemente—solo le dejaba en claro a esta que no se atreva a interponerse en mi camino. O en el nuestro—dice riéndose nerviosa.

—¿De qué estupidez estas hablando?—dijo Enzo enojado.

—¿Has visto cómo te mira? Si ya te come con la mirada—se ríe aun mas—siento avergonzarte querida, pero debes aprender a no meterte donde no te llaman.

Y de pronto mi novio, Enzo, toma mi mano, y me deja a sus espaldas, brindándome un tipo de protección, que yo interpreté como: "ahora es cuando". El lo diría:

—Que bueno que todos están aquí, porque vamos a dejar en claro unas cositas—da un suspiro—primera, y última vez que los escucho insultando, hablando, respirando cerca, y si quiera mirando a MI NOVIA—la cara de todos fue un poema.

—Enzo ¿que estas diciendo?—dice Gee—es una broma, la pobre ya ha pasado por mucho—se ríe—no seas malo.

—El no esta mintiendo—dice uno de los chicos con certeza—Enzo, ¿de que estas hablando?

—Así como escucharon, Liz y yo somos novios, hace mas de dos años. Y les agradecería que por respeto a ella y a nuestra relación, ya paren con sus jueguitos de preparatoria. Debería darles vergüenza, sobretodo a ti—se dirige a Gee—no se que tenía en la cabeza para salir contigo. Te juro que me das una vergüenza. Supera que terminamos hace tres años ya, y déjame ser feliz y estar tranquilo con la persona que si amo.

—Enzo...¿Me estas jodiendo? Nunca mencionaste nada de...—dice otro de los chicos.

—Para protegerla de ustedes idiotas. Esta relación es lo mas importante para mi. Y no iba a compartir algo tan personal con una tropa de inmaduros, que solo piensan con el culo.

—Tu te avergonzabas de ella ¿no?—dice Gee—cruzada de brazos—esa es la dura realidad, por eso siempre te escondías en los tiempos libres. Te ibas con esta a...

—Me avergüenzo de todos ustedes. Liz es mi novia, quieran o no. Y siempre la elegiré a ella sobre todo...me decepciona que ustedes siendo mis amigos
—hizo comilla con los dedos—sean así, y soy un tonto por nunca haber detenido sus estupideces.

—Enzo no se que decirte...Liz Robinson, la mismísima que es todo lo contrario a ti, acaso no pudiste encontrarte algo acorde a tu personalidad, ¿tan desesperado estabas?—dijo hasta enojado su pseudo-amigo.

—Si sigues hablando así, esto no va a terminar bien. Y mas te vale que respetes a mi novia. A todos ustedes. O sino, se las verán conmigo, y no será lindo. ¿Lo saben no? No les conviene.

—Eres un tonto, como pudiste dejarme por esa, ¿qué tienes en tu cabeza?—casi solloza Gee—eres una maldita zorra—me ladra con odio y yo empuño mis manos.

—Jamás me había arrepentido tanto de algo como lo fue al salir contigo. Estas loca, busca ayuda, anda a terapia. Y deja a mi novia en paz. Todos ustedes, no les quiero volver a dirigir la palabra. Están desquiciados—me mira—vámonos amor—dice mientras toma mi mano y miro por ultima vez a Gee.

—Quizás si miraba un poco demás a MI novio. Pero ¿quién no lo haría con el suyo? Estaba en todo mi derecho después de todo—me encogí de hombres—adiós Gee, no les quites el novio a otras en un futuro.

Y dejándola con la palabra en la boca, y a los otros tres chicos confundidos y algunos con aspecto cabizbajo, salimos de ahí, para dirigirnos hacia una de las azoteas de la universidad. Y al llegar:

—Enzo yo...no me esperaba nada de esto. Acaso ¿escuchaste...

—Escuche todo lo que te dijeron. ¿Cómo permití que esto pasara Liz? Soy un pésimo novio—decía con sus manos en la cara, algo nervioso—Si quieres terminar conmigo...no por favor no termines conmigo—dice mientras me abraza—nunca pensé que Gee te tratara de esa forma, siempre le bajé el perfil a todo. Y los chicos, ¿qué les pasa? Siempre fueron idiotas pero contigo, se han pasado tres calles.

—Está bien...todo está bien—le dije mientras lo abrazaba—lo hiciste.

—Si..lo hice...lo hice—susurra—porque te amo. Porque esto era una gran estupidez. Jamás debí ocultar nuestra relación...perdón.

—Mira, después de clases ven a casa. Hablaremos sobre esto. ¿Bueno? Debemos aclarar algunas cosas y...

—¿Me vas a terminar Liz?—pregunta preocupado o hasta resignado.

—No...solo, tenemos que hablar...en un lugar mas apropiado y con libertad, ahora tenemos clases y debo ir—le aclaré, no pensaba terminar con él. Nuestra relación al fin estaba tomando otro rumbo y estaba feliz por eso. Solo necesitamos concluir este tema y saber afrontar lo que se viene ahora.

—Esta bien, nos vemos entonces. Te amo.

—Y yo a ti.

Nuestro secreto... (Enzo Vogrincic) terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora