III: el problema

588 29 2
                                    

—¿Qué pasa? ¿Estás bien Liz?

—En realidad, no mucho—me sincero y tomo su  mano, nos guío hasta el sofá para sentarnos y digo sin más preámbulos—¿Te avergüenzas de mi?—y él abre los ojos sorprendido.

—¿Qué? Claro que no Liz, ¿cómo podría? ¿A qué viene eso?—dice hasta casi ofendido por la pregunta.

—Dije que esto de andar a escondidas iba aceptarlo en un principio pero, la verdad ya no lo estoy tolerando, ¿cuánto tiempo mas vamos a estar así?—dije de la forma mas buena y sincera posible a lo que él se queda callado un segundo, y su silencio me asusta, obvio que no sabe que decir.

—Liz...ya hemos hablado de esto, sabes que no quiero que nadie se meta en esta relación, tu sabes como son mis amigos, mi familia, me gusta la privacidad de nosotros, no quiere decir que te oculte algo, te respeto, te amo, y nunca haría algo intencionalmente para hacerte sentir mal, solo que no quiero que nadie...

—Arruine lo que tenemos, lo se...mira Enzo, la gente que te quiere, y mas si son tus amigos, no tendrían porque arruinar nada. Se supone que los amigos se apoyan en todo, y con respecto a tus padres, ellos me conocen, no soy su persona favorita, pero saben de nosotros y pienso que solo hay que hablar con ellos y decirle que queremos formalizar nuestra relación...

—No entiendes, es complicado...

—¿Qué es tan complicado? ¿Decir que estas conmigo es complicado? ¿Acaso no cumplo con el estándar de tus amigos? ¿O tienes una doble vida de la cual no se?—suelto enojada por la situación.

—Claro que no, y no digas tonterías. No hagas que nos enojemos—dice tratando de mantener la calma.

Suspiro y me siento en el sofá mirando a la nada y él dice:

—Liz eres demasiado buena para estar conmigo. Eres mas de lo que merezco. Yo te siento así. Jamás hice nada para poder merecerte. Y tengo miedo que esos idiotas, te abran los ojos y te digan que no tienes motivos para estar conmigo, sabes como era mi vida pasada...quizás quieras alejarte de mi—volteo hacia él, encontrándome con su mirada, tan intensa. No era un chico romántico, y lo que acababa de decir me había sorprendido. Entonces me acerco, tomo una de sus manos, y con mi otra mano, acaricio su rostro.

—Deja de pensar así de ti mismo—yo sabía absolutamente todo de lo que mas le avergonzaba, como su historial con el alcohol cuando era adolescente, y como vivía tan desordenadamente antes de que sentara cabeza luego de su casi accidente en auto—Tú no tienes idea de como yo te veo a ti. Si bien, esta relación no comenzó como todas las relaciones, he aprendido a amarte mas de lo que crees Enzo, y es lo que quiero demostrarte siempre. Que te amo...—el sonrió mientras besaba mi mano en su rostro—Pero eso no quita que sea difícil verte con ella. Con Gee—lentamente alejo mi tacto del suyo y me mira angustiado.

—Ella...sabes que ella no es importante—toma mi mentón haciendo que voltee mi mirada hacia él—Liz, ¿lo sabes verdad?

—Dile eso a ella, porque parece que no lo sabe. Aparte...no alejaba sus manos de ti, te tocaba por todas partes y tu...te dejas querer...aparte, tiene que ser ella. Sabiendo que no es cualquier persona, ella fue tu jodida novia, fue por mas de dos años, aparte me odia, odia a toda la gente que es diferente a ella—él sonríe y yo lo miro confusa, se acerca para rodearme con sus brazos.

—Acaso ¿estás celosa?—besa mi mejilla de pronto. Y me tensé. ¿Era necesario preguntar esa estupidez justo en este momento? Si no lo amara, tal vez ya lo hubiera terminado hace tanto tiempo, primero por no querer formalizar la relación y segundo, por no sacar a Gee, de su vida. Sabiendo que me detesta y me hizo la vida imposible antes de conocerlo y ahora algunas veces

—Si sigues preguntando cosas estúpidas, y obvias, mejor vete. No es el momento. Vete Enzo—intento alejarme, pero me sigue abrazando—Y me sueltas, ¡ya!

—No quiero—me dice con esa voz media suplicante—Liz nunca peleamos, ¿cómo vamos hacerlo ahora?por esto, ¿no es muy infantil de tu parte?—dice con naturalidad.

—Debes estar bromeando—digo con una risa sarcástica—Nunca peleamos porque siempre hacemos lo que tu quieres. Tu eres él que me tiene escondida, como si estuvieramos haciendo algo malo. Solo di que te avergüenzas de mi, de que no sea lo suficientemente "popular" como tu y tus amiguitos. Que asqueroso jueguito de preparatoria. Pensaba que eso había quedado atrás a los 16 años tal vez.

—No entiendes nada. No es como si no te amara Liz. Solo quiero alejarte de ellos, además, ¿tienes idea cuantas relaciones le han arruinado mis padres a mi hermanos? faltan poco para que termine la carrera, yo trabajaré, mientras tu terminas igual, y tendremos nuestra vida juntos. Alejados de toda esta gente.

—A ver si sobrevivimos hasta tu maravilloso plan. Y ahora adiós. Vete Enzo. No quiero verte.

—No—niega con la cabeza—así no arreglaremos nada. Ven aquí.

—Dije que no quiero verte. Estoy cansada, tengo tarea y ahora no quiero lidiar contigo. Quiero paz mental, pensar las cosas—dije y me levante del sofá—ya sabes donde esta la salida.

Y prácticamente corrí hacia mi habitación. Dejando todos mis problemas en el primer piso de mi casa, pero con un nudo en la garganta. Amo a Enzo y mucho, pero esto me esta afectando demasiado.

¿Cuánto mas tendré que esperar? Siento que avanzamos tres pasos y retrocedemos cinco, no voy a estar con alguien, para quedarme estancada y nunca salir de este círculo vicioso.

Nuestro secreto... (Enzo Vogrincic) terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora