❝ΣL ULTIMΩ βΣSΩ❞

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Dado que faltaban minutos para el mediodía, los cuatro muchachos seguían durmiendo plácidamente en sus habitaciones luego de la joda que se clavaron en la terraza.
Uno de ellos, osea Julián, fue el primero en despabilarse, luego de despertarse completamente se levanta de la cama bostezando para salir de la pieza a hacia la cocina, así ve que puede darle como desayuno al resto aún dormidos. Al llegar a la cocina empieza a buscar por las gavetas de los muebles, no había nada aparte de condimentos y esas cosas, en las estanterías tampoco, y en la heladera menos.

-La puta madre- insulta internamente y al no saber qué hacer, decide ir al súper a comprar lo más rápido para buscar lo que faltaba, aunque parezca exagerado, el cordobés le gustaba tratar a la gente como se merece según él. Y como esta vez la gente son sus mejores amigos y compañeros de selección, era importante tener las provisiones suficientes.

Se dirigió al baño lo más rápido que pudo a hacer el resto de la rutina, al salir del cuarto se pone un buzo blanco que andaba tirado en la mesa ratona ubicada al frente del sillón, disimulando que todavía tenía el pijama. Antes de salir, escribe un aviso para los otros tres en una servilleta de la cocina con una lapicera azul encontrada entre los cajones.

“Boludos, me fui a comprar al súper, por favor no se manden ninguna.
Juli.”

Cuestión que Julián dejó la servilleta escrita en la mesada, al final agarró su billetera, llaves y salió de casa, yendo hacia el súper más cercano que se encuentre.

A las 11:54; Rodri, Cuti y Paulo se comienzan a desadormecer por la ventana abierta con fuertes rayos de sol ingresando por los ventanales, al caso de no dejar abrir los ojos correctamente. 

Mientras que uno va al baño, los dos restantes están en el comedor hablando, a través del típico “cómo dormiste”.
En un momento salió Rodrigo del sanitario, llegando con Paulo y Cristian con una cara de sueño aún.

-Che ¿Y Juli?

-Ni lo vi yo

El de laguna larga nota un papel en la mesada y se acerca a agarrarla, leyendo lo escrito.

-Eso?- preguntó el bonaerense del grupo

-Leela en voz alta, panflin- se quejó el morocho

-Uh, ya voy

-¿Qué dice?

El oji claro termina posando contra el marco de la puerta.

-Boludos, me fui a comprar al súper, por favor no se manden ninguna.
Juli.

-Bue, nos dice como si fuéramos a incendiar todo el edificio.

-Por algo será

-En fin, les pinta pedirle a Ju que compre cosas para masticar después?

-Si le hablan, díganle que hace falta pilas nuevas para el control remoto.

-Bueno dale- prosiguió a buscar su contacto Y llamarlo

Al ver que el de la Roma hacía el intento de llamar a Julián por varias veces y que en ninguna contestara, cayeron en cuenta de algo.
El mismo celular de Álvarez estaba sonando pero entre la ropa tiraba en el sillón.

-Jodeme que se lo dejó

-No ¿Sabés qué no?- contestó irónico Romero 

-Bue, que tanto

-Pasa para acá- dijo el de Sarandí arrebatando el móvil de las manos del mayor de los tres

-Dejalo ahí, Javier- arengó el de Hotspur sentándose nuevamente- no vaya a ser que lo rompas.

𝗖𝗨𝗣𝗜𝗗𝗢 | enzulianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora