Capítulo 2

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--- ¡Expúlsela! ¡Sáquenla de los muros!

--- (los soldados que custodiaban se miraron preocupados, también a la niña que amarrada de manos intentaba escapar) P-pero... ¿sacarla de la ciudad?

--- Afuera, los monstruos podrían-

--- (el hombre rojo de ira volvió a gritar) ¡Por algo es que les ordeno que la saquen! ¡Conozco a sus generales! Tengo suficiente dinero para expulsarlos de la milicia y que vivan en la miseria ¡¿Quieren que lo haga?!


Sus miradas de incomodidad y preocupación no se detuvieron ni aun con las acciones que realizaban. Esos jóvenes guardias nunca pensaron tener que acatar esas órdenes para salvar sus propios trabajos y vidas.

No se atrevieron a desafiar lo que ese gordo ricachón les pedía, porque era bien sabido el poder que tenían sus influencias en ese lugar.

Decidieron actuar, incluso si tiraban a una chica hacia su misma muerte.


--- (el soldado sujetó las amarras, obligando a la niña a salir de los muros, viendo el enorme y tenebroso campo abierto en medio del Sol del atardecer) Lo siento...

--- (asustada volteó, negandose a derramar las lágrimas que se acumularon en sus negros y oscuros ojos) Por favor... no lo haga...

--- No tengo opción (preocupado sacó una pequeña espada de su uniforme, una la cual tenía una funda de cuero y plata) Es... una daga de mi familia. Si puedo recomendarte algo, es que busques la forma de esconderte y sobrevivir.

--- (sintió como le desató las manos tras su espalda, temblando al notar como además le entregó el arma con firmeza) P-por favor

--- Lo siento (dolido volteó de regreso, sin atreverse a volver a verla) Buena suerte






[Ackerman Keila]

Almas corrompidas por el dinero.

Oprimidas por el miedo, tanto por el mundo que los rodeaba fuera de los furos, como por la oscuridad que habitaba en el interior de estos y de sus corazones.

Callando las voces de quienes se atrevían a desafiar lo que estaba predestinado, lo supuestamente correcto. Silenciando voces como la mía, la cual se atrevió a intentar cambiar el miedo por rebelión hacia el ricachón que era el tirano de un pequeño pueblo a las periferias, cercanas a la tercera muralla, la muralla María.

Todo por decir la verdad de ese sujeto, fue lo que me impulsó a sobrevivir desde la nada misma fuera de los muros por tantos años de soledad.

Teniendo solo 14 años y habiéndome negado a acostarme con ese viejo pedófilo que le pagó a los soldados por expulsarme sin reclamos, para eliminar mi existencia sin ensuciarse a sí mismo las manos. Fue así como comenzó mi vida como sobreviviente en este lugar hostil e inhóspito rodeado de gigantes que buscan tu carne para devorarte y acabar con tu existencia.

Quizás debería agradecerlo.

Después de todo, si no fuera por todo lo que pasó, en realidad nunca me hubiera dado cuenta de lo fuerte que era.





Fuera de los muros [Shingeki no Kyojin x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora