Fuera de los muros [Shingeki no Kyojin x OC]

Capítulo 3

La fría noche en la que por impresionante que fuera, lograron obtener calidez y calma a pesar de no estar en el lugar más seguro de su ciudad. Gracias a esa joven doncella que los atendió y cuidó con esmero y en silencio, lograron reposar, comer y procesar todo lo que había ocurrido unas horas antes en su misión de expedición.

Ya bien entrada la noche, el silencio del lugar se hacía cada vez más notorio debido al descanso de los soldados quienes agradecían por dormir un día más.

Un día más de regalo, gracias a Keila...

Erwin: (despertando de su corto sueño logró ver a todo el grupo dormir cerca de una chimenea especial y sellada, notando a su vez como esa joven seguía trabajando en algo a la esquina de la habitación) ~¿No piensa dormir?~

--- (al escuchar un movimiento alzó la vista viendo al rubio que se acercó) ¿Qué sucede?

--- (extendiéndole la manta) Estás en la zona más alejada del fuego, ¿no tienes frío?

--- Es costumbre, no te preocupes.

--- (suspiró levemente e hincándose frente a ella notó el plano que estaba realizando) ¿Qué haces? ¿No dormirás?

--- No por ahora. Tú deberías hacerlo.

--- Pero...

--- Vivo aquí. No son el primer grupo de soldados al que ayudo, así que deberías considerar tu sobrevivencia antes que la mía.

--- (tras notar como ella volvió su vista a los dibujos, cálculos y planos se colocó a su lado observándolos) ¿Cómo llegaste hasta aquí?

--- (dejó de escribir al instante, pero tras dejar pasar el silencio del eco frío del salón dejó escapar un suspiro agotado) ¿A qué se debe la duda?

--- Al hecho de que no pensé nunca que alguien pudiera sobrevivir fuera de los muros de Paradis.

--- (dejando el lápiz y los papeles en la mesa se cargó en el respaldo de la silla) ¿Y por qué tendría que decirlo?

--- Porque podría sacarte de aquí.

--- ¿Sacarme? (esbozo una pequeña sonrisa) Eres gracioso.

--- Lo digo en serio

--- Y yo también, eres gracioso.

--- (tomó el respaldo de la silla y se acercó) Keila, tú ya nos ayudaste a mí y a mi escuadrón. Déjame ayudarte a ti.

--- (con una mirada apagada mantuvo esa pequeña sonrisa en sus labios) Cuando me expulsaron de los muros, a los soldados del muro les pagaron para permitir que me expulsaran. Pusieron miedo y dinero en sus bolsillos para no decir nada ni ayudarme, para dejar que me muriera aquí. (alzó su vista a esos ojos azules como el cielo, quienes la observaban con atención y quizás, algo de compasión) ¿Por qué debería confiar en ti?

--- No puedo demostrarte ninguna razón por la que deberías. La confianza justamente se trata de eso, de creer en alguien incluso si no sabes que es lo que hará.

--- (sorprendida esquivó su mirada) Es una buena respuesta...

--- Al menos, permíteme saber el cómo llegaste aquí.

--- No.

--- Keila, por favor...

--- No busco tu salvación, Erwin. No busco la salvación de nadie, soy capaz de sobrevivir sola y siempre lo he hecho así. No necesito de nadie, me tengo a mí misma para sobrevivir, y con eso me es suficiente compañía.