The Game (Cancelada)

la llegada a la cabaña

~11 de agosto, 2022, nueva orleans, Luisiana, Estados Unidos~

Una tarde soleada en un barrió de nueva orleans, un grupo de amigos estaban reunidos en la casa de uno de ellos, planeando que hacer para el fin de semana. Pero faltaba uno. 

— deberíamos de hacer una fiesta. — propuso uno de ellos, Jeff era el nombre.

— ¿no te acuerdas de la última fiesta que hicimos? Perdiste las llaves de tu casa y tu madre nos hechó la culpa. — respondió su Novia, Tiffany.

— no se me ocurre nada ¿ok? — dijo cruzándose de brazos con una mirada molesta. Los demás, Tiffany, Lisa, Edward también estaban molestos y aburridos, nada se les ocurría.

Unos minutos pasaron y la puerta abriéndose fue lo que los sacó de su burbuja de pensamientos.

Michael, el último que faltaba, había llegado con una sonrisa grande que iluminaba la habitación. Las cejas de todos se dispararon hacia arriba al verlo tan feliz.

— ¿te ganaste la lotería o porque estás tan feliz? — preguntó Edward con una ceja alzada.

— miren. — les enseñó un folleto que decía "se renta cabaña a mitad del bosque por 3 días" junto con un número y más información de como llegar.

— ¿y eso? — cuestionó Lisa, insegura de lo que veía.

— eso querida amiga, es nuestro plan para este fin de semana. — dijo mientras tomaba una cerveza del refrigerador y luego se sentaba en el sofa, como si fuera su casa.

— ¿pero sabes acaso de quién es la cabaña o porqué la rentan? — preguntó Tiffany. Michael rodó los ojos y la miró.

— tranquila, tengo todo resuelto. Ya hablé con el hombre que la renta, esta en nuestro presupuesto y ya la reservé. — dijo como si nada, pero Tiffany empezó a reclamarle.

Los demás los miraban divertidos, pensando que Tiffany estaba exagerando un poco.

— Vamos cariño, no seas tan exagerada. Ya michael lo tiene todo resuelto, no pasará nada. — dijo Jeff, dándole un beso en la mejilla. Tiffany se calmó un poco y suspiro. El tenía razón, ¿que es lo peor que podría pasar?

Ohhhh, créeme que hay muchas cosas que podrían pasar...

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Ya viernes, los chicos estaban listos para irse. Pero como siempre algo tenía que pasar, y esta vez, la hermana menor de Tiffany, Johana, era la razón.

— ¡¡¿POR QUÉ TENGO QUE LLEVARME A ESA NIÑA?!! — Grito enojada Tiffany a su madre, la cual la miró con una expresión imperturbable.

— ya te dije, ella quiere pasar un tiempo con su hermana, y ahora es el momento. La llevaras si quieres ir. — dijo está, bebiendo de su taza de café. Una bocina se escucho afuera, eran los Demás que esperaban a Tiffany.

— Pero mamá. — suplico por última vez la chica, pero la mirada de su madre hizo que aceptará.

Refunfuñando, llamó a su hermana. La cual estaba arreglando su maleta. Bajó corriendo las escaleras y las dos salieron de la casa.

— ¿y ella? — preguntó Edward, abriendo la puerta de la mini ban, después de que las chicas entraran las maletas en el maletero.

— vendrá con nosotros, no pregunten. — dijo sentándose al lado de Jeff, el cuál la rodio con su brazo y le beso la frente. Sin percatarse de la mirada ardiente que le dio Johana en la parte de atrás, llena de enojó y celos.

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El viaje duró dos horas, ya eran las 2 de la tarde y acababan de llegar al bosque dónde se suponía que estaba la cabaña. Pararon unos minutos para preguntarle indicaciones a un señor que estaba sentado en una gasolinera.

— oiga, ¿sabe dónde está este lugar? — dijo Michael enseñándole el folleto, el señor. Que aparentaba tener unos 50 y tantos años, cabellera castaña llena de canas, ojos azules cansados y con una barriga cervecera.

— si claro, esta por ahí — dijo el señor con una voz ronca y rasposa, señalando un camino de entrada al bosque. —. Sólo sigan todo derecho y cuándo lleguen a un lago, doblan a la derecha y ahí estará. — terminó, para después sentarse como si nada hubiera pasado.

Le hicieron caso a sus indicaciones y llegaron a una cabaña muy bonita y grande. Las sonrisas no se hicieron esperar. Salieron del auto y entraron con la llave que estaba debajo de una maceta, como le había indicado el hombre que la rento.

— tomen sus habitaciones. — dijo Michael inflando el pecho como si hubiera dicho algo por lo cual sentirse orgulloso.

Se repartieron las habitaciones así, Tiffany y Jeff juntos y Edward, Lisa, michael y Johana en habitaciones para separadas.

Todos estaban hambrientos, así que empezaron a comer y hablar de todo tipo de cosas, Edward puso musica y así se pasaron la tarde completa.

Si tan sólo hubieran sido inteligentes y hubiesen llamado al hombre que les rento la cabaña, nada de lo que pasará a continuación hubiese sucedido.

Por su emoción, no notaron los tres pares de ojos que los observaban entre los arboles...