The Game (Cancelada)

primer eliminado

~14 de agosto, 6:13 de la mañana~

Comenzó un nuevo día, y a su vez, el juego que haría éste día un infierno.

Lisa fue la primera en despertar. Se levantó de su cama y salió de la habitación, caminando hacía el baño. En el camino, paro unos segundos en la habitación de Edward al ver la puerta media abierta. Se quedó mirando unos segundos, pero siguió su camino al baño.

De uno en uno se fueron despertando y al rato bajaron casi todos al comedor para desayunar. Solo faltaba uno.

– Oigan, ¿dónde está Ed? — preguntó Lisa, pero nadie pareció preocuparse.

— Seguro se esta haciendo la mañanera. — bromeó Jeff y todos rieron. Pasaron unos minutos más y el chico no daba señales de que bajaría.

– Oye, ¿no crees que ya se tardo mucho? Ve búscalo. — le dijo Tiffany a Jeff. Este se negó y miró a michael, quién negó con la cabeza.

— Esta bien, iré yo. — exclamó Lisa, parándose de la silla y dirigiéndose a las escaleras. Cuándo llegó a la puerta de Edward, vio que todavía seguía media abierta. Tocó antes de entrar para no ver a Edward gastándose la mano, pero al no recibir respuesta, abrió con cuidado la puerta.

Un gritó de horror llegó al comedor. Todos corrieron hacía las escaleras y al subirlas se encontraron a Lisa tirada en el pisó, arrastrándose lejos de la puerta y llorando con una expresión aterrada.

— ¡¿Lisa, que pasó?! — preguntó preocupada Tiffany acercándose a ella. Lisa no podía pronunciar palabras, lo único que pudo hacer fue señalar la habitación de Edward.

Michael y Jeff se acercaron y terminaron de abrir la puerta. Para horror de ellos, se encontraron con la habitación llena de sangre, un cuchillo en el pisó, y su amigo Edward tendido en la cama. Varías apuñaladas decoraban su cuerpo y su garganta había sido cortada.

Los chicos, perturbados por la imagen, cerraron la puerta y se alejaron. Estaban pálidos y temblaban como gelatina, todos estaban así. Johana empezó a llorar asustada, siendo abrazada por su hermana, la cuál se había alejado de Lisa al ver la escena.

–¡¡Hay que llamar a la policía!! — exclamó Lisa con desesperación.

– Los wilson tienen nuestros malditos teléfonos. — le recordó Jeff, caminando en círculos. Y como si hubiera invocado a satanás, la puerta principal empezó a sonar.

Bajaron corriendo las escaleras y le abrieron a Lydia y Jack. Estos entraron como si fuera su casa.

– ¡¡Necesitamos los teléfonos, alguien mató a Ed!! — Lisa prácticamente le grito a Lydia en la cara. Pero grande fue la sorpresa de todos al ver como la sonrisa de ella todavía seguía.

– No es una broma, tenemos que llamar a la policía. — dijo Michael enojado. Pero aun así, los hermanos seguían sonriendo.

— No te preocupes, es parte del juego. — dijo Lydia como si nada, la mirada asustada y llena de lágrimas de Tiffany se detuvo en ella.

— Y no pueden terminar, hasta que maten al impostor. — agregó Jack.

— O que el impostor los mate a todos. — Finalizó Lydia con una sonrisa emocionada.  Los chicos entraron en pánico y michael trato de correr hacía su auto. Pero ni bien puso un pie fuera de la puerta, un brazo fuerte lo empujó de vuelta a la cabaña. Era Peter, quien se paro al lado de la puerta.

— Rompiste una de las únicas reglas que había — dijo Lydia, su sonrisa había desaparecido y en su lugar había una mueca disgustada —. No salir de la cabaña. —. Dijo y miró a Jack, quien sonrió y se acercó a michael. Para acto seguido darle un fuerte golpe en el estómago que lo hizo caer de rodillas. Los demás intentaron acercarse pero Peter no los dejó.