Luego 7 años de no visitar su ciudad natal, Jeongin no se imaginó que se volvería a encontrar con quien había sido su mejor amigo gran parte de su vida; mucho menos imaginó que terminaría en una relación con él… En una muy bonita relación con él.
El reloj apuntaba casi las cuatro de la tarde cuando frente al espejo, terminaba de retocar el bálsamo labial que daba un aspecto más rojizo a sus belfos, mientras por medio del celular escuchaba a sus amigos parlotear sobre lo afortunado que era y lo celosos que estaban de que él tuviera una relación tan perfecta.
El sonido del timbre sonando le llevó a asomarse por la ventana notando el auto perfectamente blanco de su novio.
-Lo siento chicos, me tengo que ir, Minho llegó por mí.- Habló mientras tomaba su bolso y su celular.
Ignorando los reclamos de sus amigos, colgó la llamada. Viéndose por última vez al espejo, eliminó cualquier arruga que su camisa pudiese tener, soltó un suspiró y fingiendo su mejor sonrisa, bajó las escaleras.
Al llegar a la sala, lo primero que lo recibió fue la ancha espalda de su novio, quien al escuchar sus pasos, se dió la vuelta, dejando ver una preciosa sonrisa en su rostro que se reflejaba con suavidad en sus ojos.
En sus manos, sostenía un pequeño ramo de girasoles,siendo estos su flor favorita, acompañados de pequeñas flores de saxifraga, de las cuales, Minho se había tomado el trabajo de descubrir que eran su flor de nacimiento. Durante los seis meses que llevaban saliendo, ese ramo siempre estaba sin falta en sus manos al llegar el día en que se hicieron novios.
Jeongin tuvo que reprimir una mueca al ver cómo la sonrisa del mayor se ensanchaba mientras le extendía su mano para que la tomara.
Y no lo mal entiendan, no era que no le gustara todo eso. Sabía que Minho lo amaba, lo veía en sus ojos y en cada detalle que tenía con él, pero precisamente la perfección de todo era lo que tanto lo jodía. Se sentía como si estuviese en una mala película de amor en donde todo siempre sale bien, en donde ve los clichés que han sido más usados, pero es Minho es tan malditamente perfecto que inclusive esos clichés los hacía sentir como nuevos… Y Jeongin estaba harto de eso.
Sonriendo, extendió su mano para tomar la del contrario, quien al tenerle en frente, depositó un pequeño beso en su mejilla antes de extender el ramo de flores hacia él.
-Para ti, Innie… Escogí las más bonitas, sabiendo para quién eran.- Y ahí estaba de nuevo, con frases clichés, mostrando esa maldita tierna sonrisa.
-Gracias, Min, son muy lindas.- Le sonrió de vuelta, mientras las tomaba entre sus manos.
En ese momento, la madre del menor apareció por el comedor, sin poder evitar sonreír al ver al mayor en su hogar.
-¡Minho, que agradable verte por aquí! ¿Vienes a recoger a Jeonginnie?- Preguntó, mientras se acercaba para abrazarle.
-Hola señora, Yang. Así es. Le tengo una pequeña sorpresa preparada por nuestro sexto mes de noviazgo.- Habló sonriéndole de vuelta.
-¡Oh, tan romántico! Definitivamente eres perfecto para nuestro Innie.- Jeongin sentía que pronto le daría un tic en el ojo.- ¡Por cierto! Mi esposo me comentó que tienen algunos asuntos pendientes sobre el negocio, sería bueno que pronto vinieras a comer para que puedan hablar de ello.- Comentó, tomando la mano del mayor entre las suyas.
-Por supuesto, estaré encantado de visitarlos pronto y probar su deliciosa comida.- Respondió, apretando las manos de la mujer en un amable gesto.
-¡Oh, me alagas!- Respondió haciendo un gesto restándole importancia.- Pero bueno, no les quito más tiempo, vayan y diviértanse, avisen si llegarán tarde.- Pidió mientras arrebataba a su hijo las flores en sus manos, sin esperar su respuesta.
Jeongin realmente estuvo a punto de soltar un bufido ante la actitud de su madre, afortunadamente, el tacto de Minho sobre su mano le detuvo de hacerlo, y sin más qué decir, ambos salieron de la casa, dirigiéndose al auto del mayor.
Al llegar al mismo, Jeongin se detuvo frente a su puerta, sabiendo que Minho le seguía por detrás, para abrir la puerta por él. Luego de agradecerle con una sonrisa y un pequeño beso en la mejilla, subió al auto, viendo como el mayor rodeaba el auto para subirse del lado del piloto.
Al cerrar la puerta del auto, el lugar se quedó en silencio, Jeongin sintiendo la mirada del mayor encima de él, queriendo evitarla inútilmente. Tragándose el suspiro que quiso soltar, colocó su mejor sonrisa, volteando hacia el lindo chico de cabellos castaños.
-Luces demasiado hermoso, Innie.- Susurró, mientras acariciaba su mejilla.
Jeongin no pudo evitar sentir un pequeño revoloteo en su estómago ante esas palabras, cerrando los ojos momentáneamente mientras se inclinaba hacia el tacto que le brindaba cálidas caricias.
Al abrir sus ojos de nuevo, vio la mirada que le dirigía el mayor… Tan cálida, tan tierna, tan llena de amor.
Y con un suave toque de sus belfos, era suficiente para sentirse perfectamente bien.
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The Way I Loved Him- Hyunin
FanfictionLa relación entre Minho y Jeongin era perfecta. Minho era perfecto.. Pero Jeongin aún extrañaba a Hyunjin. "Él es sensible y tan increíble y todos mis amigos solteros están celosos." "Él dice todo lo que necesito escuchar y es como si no pudiera pe...