PARTE 2

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En la fría noche de Seoul, la lluvia se escuchaba caer, golpeando duramente contra el pavimento de las calles, contra el techo de las casas. Los colores azules y grises predominando afuera, siendo alumbrados con algunos faroles cercanos.

Entre aquellos faroles, destacaba una casa con colores cálidos, que casi no encajaba con el lugar… pero esas luces estaban lejos de reflejar la realidad de lo que ocurría dentro del lugar.

-¡Realmente no puedo creer que estemos teniendo esta discusión otra vez!- Gritó el rubio molesto.

-¿Tú no puedes creer eso?- Soltó sarcástico el pelinegro, parándose frente a él.- ¡Lo que yo no puedo creer es que llevamos casi 2 años de relación y tú estás a punto de arruinar todo lo que formamos, porque no puedes tomar una decisión!- Bramó molesto, apuntándole con el dedo.

-Jeongin… Ya te lo he dicho, no es tan fácil enfrentarme a mis padres, tú los conoces, sabes cómo son…- Soltó un suspiro, tomando la mano del contrario.-  Sólo dame tiempo, por favor, te prometo que pronto les diré la verdad y cancelaré todos los planes de la boda con Heyoon.- Suplicó.

-¿Tiempo?- Gritó- ¡Te he dado seis meses, Hyunjin! ¿Cuánto tiempo más quieres?- Habló, soltando su agarre.- ¿Quieres esperar hasta tu despedida de soltero? ¿Hasta que ella te esté esperando en el altar? ¿Hasta su luna de miel? ¿O hasta que tengan hijos?- Habló irónico.- Si quieres esperar, adelante, pero yo ya me harté de esperar.- Dijo, mientras limpiaba bruscamente las lágrimas que mojaban sus mejillas.

No le dió tiempo de responder, cuando se dirigió hacia una pequeña puerta debajo de la escalera, tomando dos pequeñas maletas, antes de abrir la puerta para salir de aquel que solía llamar su hogar.

-Jeongin, espera!- Escuchó detrás de él.

Sin embargo, no se detuvo, importándole poco que el cielo se estuviera cayendo o que no hubiese ni una alma en las calles.

-Innie, por favor. No puedes hacer esto.- Rogó, tomándole del brazo.

Y Jeongin deseó tanto en ese momento no haber girado a verle. Estaba empapado, su rostro rojo con lágrimas disimuladas por la lluvia, con los labios hinchados de tanto morderlos y una mirada que le rogaba que se quedará… que se quedará una vez más.

-Por favor, Innie… Yo te amo.- El menor soltó una risa irónica, viéndole incrédulo.- Sé que he sido un idiota y un completo cobarde.- Habló, acercándose lentamente al menor, con temor de que se alejara.- Pero este idiota está completamente enamorado de ti.- Susurró, golpeando su aliento contra el del contrario.

Jeongin había cerrado los ojos en el momento en que los dedos del mayor habían contactado con su piel, ahuecando su mejilla en una suave caricia. Sabía que en el momento en que los abriera, en el momento en que hiciera contacto con esa mirada profunda que en esos momentos se encontraba llena de  arrepentimiento, él cedería, cedería una vez más… Y no estaba dispuesto a hacerlo.

Soltando las maletas, levantó una de sus manos para colocarla encima de aquella que le brindaba caricias en sus mejillas húmedas. Los ojos de Hyunjin se iluminaron momentáneamente al sentir el contacto del menor sobre su piel, pero ese brillo se desvaneció al observar como aquel al que llamaba "cariño", alejaba el agarre de su mano contra su mejilla.

-Dices estar enamorado de mí…- Habló evitando su mirada.- Pero no escondes a quien realmente amas.- Murmuró, evitando que el nudo en su garganta delatara su mal estado.- He aguantado tanto por ti… ¿Y sabes qué es lo peor?- Preguntó, alzando su mirada, contactando con la otra, reflejando tanto dolor que Hyunjin se sintió como si fuese a morir.- Que seguiría aguantando mucho más si así me lo pidieses.- Soltó con una sonrisa triste.

Hyunjin aguantó la respiración. Realmente había sido un idiota esos últimos meses, teniendo estás tontas discusiones en dónde el menor siempre acaba con sus mejillas siendo manchadas por pequeños ríos salados y con una voz casi extinguida luego de tanto gritar… Pero siempre terminaba regresando a él.

Dando un paso hacia adelante, tomó entre sus manos las del más pequeño, dejando escapar una sonrisa melancólica al ver el pequeño objeto que adornaba uno de sus dedos, haciendo juego con otro que él portaba en la misma mano; sin poder evitarlo, brindó una caricia en aquel lugar.

-Sé que te he lastimado, y realmente soy consciente de que no merezco que me perdones… pero a pesar de eso sigues estando junto a mí, junto a un idiota que sólo sabe hacerte llorar por culpa de sus acciones… Te mereces a alguien mejor Innie, yo lo sé.- Hizo una pausa.- Si me das una última oportunidad… Te prometo que seré ese alguien mejor, seré alguien en quien no tendrás que refugiarte  cuando llores habiendo sido el mismo culpable de manchar tus ojos, seré alguien en quien podrás confiar sin siquiera dudar, quien te protegerá y te amará siempre…- Dirigió su mano a su mejilla, retirando inútilmente unos rastros de pequeñas gotas que adornaban la misma.- Seré todo eso que mereces.- Habló, pegando su frente con la del menor, mientras cerraba sus ojos.

Jeongin creía que podía ponerse a llorar ahí de nuevo. Su relación con Hyunjin era un caos, él lo sabía. Era tan frustrante, tan complicada, tan malditamente intoxicante que sentía que no podía respirar… Hyunjin tan profundamente enamorado  que llegaba a actuar como un loco…  Pero esa era la forma en que él lo amaba, y realmente le encantaba.

Soltó un suspiro, subiendo su mano hacia la que descansaba en su mejilla, sosteniéndola fuertemente, mientras la acariciaba.

-Un mes.- Susurró, haciendo que el mayor abriera sus ojos, dándole una mirada confusa.- Te daré un mes para que termines toda esa mierda con tus padres y Heyoon.- Hizo una mueca, tragando el nudo apareciendo de nuevo en su garganta.- Si todo sigue igual para cuando termine ese mes… Me iré, y esta vez no podrás detenerme.- Habló serio.

Hyunjin asintió, sabiendo que esta era su última oportunidad con el menor.

Sin poder evitarlo, una pequeña sonrisa se formó en su rostro, con una mirada completamente iluminada… Aquella sonrisa fue contagiada rápidamente al menor, que rodeó su cuello con sus brazos, jugando con el cabello completamente mojado en su nuca.

-Ahora bésame antes de que me arrepienta.- Sonrió, con la mirada brillando al ver al chico frente a él.

Sin dudarlo ni un segundo, el mayor rodeó la cintura del chico con ojos de zorro, mientras con la otra, tomaba su muslo para tomar impulso, haciendo que el contrario rodeará su cintura con sus piernas.

Le dirigió una mirada que reflejaba lo agradecido que estaba por quedarse junto a él, por permitir seguir amándolo, y sin esperar por más juntó sus labios, cómo tanto había esperado.

Un beso lleno de deseo, lleno de esperanza, un beso que reflejaba el amor ardiente, desastroso y complicado que ellos eran, pero que sin duda, desde un inicio había sido real.

The Way I Loved Him- HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora