Casi... [Dievin]

02

Por el otro lado del estadio estaba llegando el autobús que transportaba a los jugadores visitantes,El Club Pachuca, el autobús venía llegando con música a todo volumen y con unos jugadores llenos de energía para el partido.

-¡¡¡SE HACE LA QUE NO ME CONOCEEE
PERO EN MI CAMA SE MONTA EN CUATRO Y EN TODITAS LAS POSESSS!!!-
Se escuchaba el canto de todos lo jugadores que estaban en el autobús.

El DT del equipo se levantó de su asiento pus ya habían llegado y procedió a apagar la bocina que estaba reproduciendo la canción.

-Ehhhhhhhh.- Se escuchó el abucheo de los jugadores cuando les desconectaron la bocina.

- Silencio. Dijo el hombre haciendo que todos los jóvenes dejaran de hacer ruido.
- Como ya saben vamos a jugar contra el Club de los Tigres, son un rival fuerte y tenemos que dejar todo el la cancha para poder ganar y se que todos ustedes lo harán. Ahora bajen en orden y diríjanse a la sala de calentamiento. ¡Vamos! ¡Vamos!. - Dio la orden el hombre y salió de el autobús seguido de los jugadores los cuales se iban dando palabras de aliento entre ellos.

- Eyy, pinché Kevin ya párate wey ya llegamos.-
Dijo Luis Chávez mientras sacudía a su compañero de asiento el cual parecía muy cómodo durmiendo.

-¿Que? ¿Ehh?- Contesto el joven desconcertado.

-Ya llegamos wey, muevelas que tenemos que estar en la sala de calentamiento- Dijo Chávez mientras baja su maleta y la de su compañero.
-Ten wey, pero ya muevelas que nos atrasamos.-
Dijo Chávez mientras le entregaba la mochila a Kevin.

-Aaa si ya voy, gracias. - Dijo el joven mientras bostezaba y se estiraba cual bebe recién despierto.

-Pero apurateeee.- Le grito Chávez mientras él bajaba las escaleras del autobús dejando solo al defensa.

-Chingada madre, uno ya no puede dormir a gusto.- Reprochó Álvarez mientras empezaba a caminar hacia la puerta del autobus.

Estaba llegando a la sala de calentamiento cuando empezó a buscar su celular y no lo encontraba, regreso corriendo al autobús y empezó a buscar su celular.
-Chingada madre.- Murmuro mientras seguí buscando su celular.
- Aqui estás mi vidaaaa.-  Grito el joven mientras le daba besos al celular.
-pensé que te había perdido.-
Dramatizo mientras abrazaba su celular.

Bajo del autobús y se dirigió otra vez a la sala
de calentamiento iba muy concentrado viendo su celular que no se percató que alguien venía frente a en y solo sintió como algo golpeó en
su pecho.

-Auch. - Se escuchó por lo bajo.

-Madres, ¿estás bien?. -Pregunto el joven mientras le ofrecía una mano al chico que estaba tirado en el piso y cuando lo vio se dio cuenta de que este tenía los ojos rojos e hinchados como si hubiera estado llorando a mares.

-¿ah?.- Fue lo único que pudo decir el joven que estaba desconcertado en el suelo.

-¿Estas bien?.- Volvió a preguntar el joven mientras le seguía ofreciendo su mano un poco más preocupado al ver el estado del otro.

-Ah, si, no te preocupes.-  Dijo mientras agarraba la mano del otro para poder levantarse.

- Oye, ¿estás bien?.- Pregunto el joven y al momento se arrepintió, esa era una pregunta estupida era obvio que el otro no estaba bien. -Espera yo te conozco. Eres Di- Decia el joven mientras miraba pensativo al otro pero este lo interrumpió cuando vio la hora en el reloj que estaba colgado en la pared.

-Lo siento mucho, me tengo que ir. - Dijo para después limpiarse sus ojos llenos de lagrimas.
-Nos vemos en el campo.  Dicho eso se fue, dejando un Kevin demasiado confundido.