CAPÍTULO 4: Noble y primera misión

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Nada más entrar en la base, ya por fin como un miembro oficial de Toro Negro, Magna les llevó a las que serían sus habitaciones.

Yoru miró boquiabierto su habitación. Aunque se había acostumbrado a dormir en el establo con los demás caballos, sí que tenía una habitación, pero era compartida con su padre y, aún así, era más pequeña que esa, y era para él solo.

Lo primero que hizo una vez la dejó limpia fue sentarse en la mesa y comenzó a escribir una carta para la gente de Towairaito.

"Hola, papá.
Se que tú no dudabas de que fuese a conseguirlo, pero aún así te lo digo. ¡Conseguí unirme a una Orden de Caballería! Ahora soy miembro de Toro Negro, la orden del capitán Yami. Sé que voy a aprender mucho de él y de su dominio de la magia de oscuridad, pero también lucharé por proteger a los habitantes del Reino del Trébol.
Podría decirse que aquí comienza el camino que me llevará a ser Rey Mago.
Espero que os vaya bien en Towairaito. Prometo regresar de visita en cuanto pueda.
Cuídate papá, tú y la gente de la aldea.
Con cariño, Yoru, Caballero Mágico del Reino del Trébol, miembro de los Toros Negros"

Dejó la carta en un sobre y se metió en la cama. 

A la mañana siguiente, se preparó para un nuevo día, con el manto de los Toros Negros, y tomó la carta que tenía ya preparada, justo cuando Asta, emocionado, corrió hacia la puerta de la habitación y comenzó a gritar.

-¡FINRAL SENPAI HA DICHO QUE TENEMOS QUE DARLE LAS CARTAS QUE QUERAMOS ENVIAR!

-Entiendo... Toma-dijo Yoru sonriendo, tendiéndole la carta-¿Quieres que entrenemos antes de comenzar con las tareas?

-¡Por supuesto!

Y con ambos sobres, salió corriendo hacia el pasillo, pero antes de que Yoru pudiese salir, se escuchó un enorme estruendo.
Asta había chocado con una enorme columna, que se había puesto justo en su camino, lo que despertó las carcajadas de Yoru. Aún así, Yoru no recordaba tener esa columna tan cerca de la habitación.

-¡Buenas, novatos!-dijo entonces Magna, que se estaba acercando a ellos por el pasillo.

-Buenos días, Magna senpai-le respondió sonriendo Yoru, alzando la mano.

-Enos... ías...-farfulló Asta, aún confundido por el golpe.

-Bueno... Venid conmigo... ¡Como favor especial por lo asombrosos que estuvisteis ayer, el gran Magna os hará una visita guiada por todos los rincones de la base de los Toros Negros!

Y se puso a correr. 
Yoru y Asta se miraron extrañados, pero se encogieron de hombros y siguieron a Magna, corriendo también.

El mago de fuego les mostró todo lo que había en la base, incluido al capitán Yami usando el baño, pero finalmente concluyeron en la entrada, parándose Magna en seco al ver a una persona.

Se trataba de una chica de la edad de Asta y Yoru, 15 años, de complexión delgada y ojos rosado. Llevaba el cabello largo de color plateado, atado en dos coletas.
Llevaba un vestido corto sin mangas y sin espalda, cubierto por un blazer plateado. También llevaba un cinturón de cuero marrón que sostenía su bolsa, en la que parecía llevar el grimorio.
Finalmente, indicando que debía de ser la tercera nueva recluta, llevaba el manto de los Toros Negros.

-Vaya... Noelle Silva-murmuró Yoru-¿Qué hace aquí?

-¿La conoces?-le preguntó Asta.

-Sí... Es la hermana menor de Nozel Silva, el capitán de las Águilas Plateadas. Venía mucho al establo de mi padre a tomar prestados nuestros caballos.

-Entonces es nueva, ¿no? Como nosotros-dijo Asta sonriendo, para dar un salto y extenderle la mano a Noelle-¡Buenas, me llamo Asta, de la aldea Hage! Yo también soy nuevo en la orden. Encantado.

BLACK CLOVER: Mago OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora